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Una enfermera que ama la docencia

(Foto: Especial)

“Un buen profesor no es aquel que saca a un alumno con 100 sino el que sabe identificar al alumno que tiene necesidad y ayuda a potenciar sus habilidades para que sea mejor”.

Ese es el objetivo y aprendizaje que Lidia García Ortiz ha obtenido durante 13 años en los que ha dado clases en el Centro Universitario del Sur (CUSur), de la Universidad de Guadalajara (UdeG). Ella es una enfermera enamorada de la docencia.

La coordinadora de la Licenciatura en Enfermería en CUSur relató que empezó a trabajar en la Secretaría de Salud Jalisco y que siempre le ha gustado la investigación.

Participó en un foro de investigación en CUSur y estuvo dentro de los tres primeros lugares; después, la UdeG volteó a verla para dar clases en ese centro universitario.

“Me preguntaron si me interesaría dar clases en CUSur, y dije, ‘claro, de aquí egresé y para mí sería un honor’. Inicié dando la clase de salud pública, venía muy temprano a las 7 de la mañana y después me iba a la secretaría. Después me dieron la clase de enfermería comunitaria y así empecé como profesor de asignatura. Regresé un poco de lo que mi universidad me había dado”.

Agregó que “me di cuenta que además de tener esta experiencia clínica como enfermera yo necesitaba la formación como docente y me fui a esta maestría que tiene su línea en investigación y docencia... me siguió gustando. Después de eso me dieron el grado de profesor de tiempo completo con una convocatoria de oposición y me gané la posición. Tengo una materia de investigación epidemiológica en enfermería en la licenciatura y práctica en atención primaria a la salud en la carrera técnica de enfermería”.

NTR. ¿Cómo es dar clases?

Lidia García Ortiz (LGO). Ha sido muy interesante este diálogo entre la ciencia y la práctica e invito a los estudiantes a que lo tengan. Es un diálogo que tenemos los profesionales, me ha gustado mucho porque las características propias de los alumnos son los que te van ayudando y conduciendo hacía dónde y cómo trabajar con ellos. Hay grupos que no tiene tantas habilidades y ganas pero a través de saber llegar, motivarlos, podemos tener resultado.

Hay algunos que me consideran una maestra muy dura pero al pasar el tiempo es como papá y mamá y es por su bien. Siempre les digo que yo algún día voy a ser su paciente y voy a estar muy tranquila y orgullosa de ellos porque sé que me van a cuidar bien. Los formé bien porque tengo esa responsabilidad social con mi disciplina.

NTR. ¿Cuáles son los retos en estos 13 años de docencia?

LGO. Los retos actualmente es la parte de la investigación. Es saber pensar muy crítico, lectura, brincar la barrera de decir que en enfermería no hay alternativas.

Personalmente, es saber prepararme bien, ser un profesor que esté a la altura de los que me piden mis alumnos y sociedad. La verdad es que nunca se deja de estudiar, el estudiante eterno es el maestro.

Un profesor que no se actualiza es el que tiende a morir, que los alumnos identifican experiencia y ganas, pero no da resultados. El profesor, primero debe exprimir un conocimiento, masticarlo y digerirlo y llevarlo a su alumnos de una manera que motive.

NTR. ¿Y las lecciones?

LGO. La UdeG me ha dado mucha plataforma, vida como enfermera y académico. Muchas posibilidades de crecer. Tuve la oportunidad de trabajar con el Ceneval y aprender.

Con los estudiantes es muy humano porque trabajo con seres humanos vulnerables en enfermería.

NTR. Los alumnos, ¿qué le han enseñado?

LGO. Me han enseñado que debo siempre dudar, ser muy crítica. Nunca etiquetarlos y no hacer un juicio. Los jóvenes te sorprenden pero necesitan mucho apoyo. Yo les digo que soy como la mamá pero no les doy dinero, los apoyo.

La tutoría es una herramienta buenísima porque puedes mostrarles su realidad.

NTR. ¿Qué tan difícil ha sido forjar a los enfermeros y enfermeras?

LGO. Pues nos obligan a estudiar día con día. Y nuestro gran reto es la cronicidad. Que nunca pierdan ese lado humanitario, que tengan acercamiento con el paciente. Ese el mayor reto, dar el apapacho.

NTR. ¿Cómo ha sido dirigir una carrera desde la coordinación?

LGO. Me ha encantado porque ya tenía 8 años de ser profesor de asignatura y nunca había identificado la parte administrativa y primero ha sido aprendizaje porque para fundamentar mis actividades necesito apoyarme en los documentos.

Ha sido leer documentos, entender al estructura y una vez que aprendí, es empezar a tener como una mano rígida y una flexible. La rígida es mantener el reglamento, dar respuesta con eficiencia y por otras partes, la mano suave es establecer un diálogo intenso y a pesar del trabajo sabes que tiene que darte tiempo para estar bien y atender a los jóvenes. Soy una orgullosa universitaria de la UdeG, en mi corazón tengo tatuado un león negro.

A detalle

  •  Profesora de tiempo completo de la UdeG
  •  Coordinadora de la Licenciatura en Enfermería en CUSur
  •  13 años de trayectoria
  •  Licenciada en Enfermería del CUSur con dos especialidades: en salud pública y en administración y docencia
  •  Maestría en Ciencias en Enfermería por la Universidad de Guanajuato
  •  Estudia el séptimo semestre del Doctorado en Ciencias en Enfermería por la Universidad de Guanajuato

JJ/I