Inseguridad extrema

Tenemos un par de décadas en la docencia en la Universidad de Guadalajara. Y por lo general al inicio de cada periodo escolar cada docente hace el encuadre de su curso con sus respectivos alumnos.

Hay un ritual de entrega-recepción del programa de estudios, amén de que éste se pueda dar por las tecnologías modernas como son correo electrónico, WhatsApp, subirlo en algún sitio web o simplemente si el curso tiene horas a distancia se puede colgar en la plataforma respectiva, en nuestro caso llevamos la plataforma Moodle.

Esta entrega de programa de la unidad de aprendizaje (antes asignaturas) es con el fin de que alumno conozca a la perfección todos los aspectos elementales del curso a desarrollar, desde el objetivo del mismo hasta las necesidades más elementales que se deben de cubrir en dicho curso.

También es buen momento de hablar de los reglamentos de todo tipo; entre otros encontramos el de la normatividad elemental de la misma universidad, del departamento, de aula y por supuesto de la dinámica y evaluación del curso.

Como parte de esa primera entrega existen dos apartados más; por un lado, la presentación y breve descripción de quien será su profesor durante las siguientes semanas, esto con el fin de que los alumnos tengan información y sepan quiénes son sus profesores (incluso, ¿por qué no?, hasta googlearlos, qué tal si algún profesor sale con ficha roja).

Y por el otro lado está el app una encuesta muy elemental a todo el grupo para obtener una breve radiografía del mismo.

El que escribe ha incluido en dicha encuesta desde hace un par de semestres (que en realidad son cuatrimestres) la pregunta de ¿a cuántos de ustedes han asaltado en los últimos semestres? Y los números que se arrojan son muy altos, ya que hablamos en promedio de 60 por ciento de alumnos que han sido asaltados de alguna u otra forma.

Pero el problema no es ese: las cifras tienden a subir, de hecho. iniciando clases hubo robos al interior del mismo campus, el colmo.

Pero nos hemos enseñado a vivir con esa intriga, zozobra, caos, inseguridad extrema y  eso no es bueno para la salud; debemos de hacer algo para ello pero nunca quedarnos ni quietos ni callados, y en estos momentos-año la seguridad y más que la seguridad, el futuro de todos nosotros, está en manos de todos, pero principalmente en esos alumnos que los hayan asaltado o no.

[email protected]

JJ/I