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Padres cintas negra

Esta historia no está autorizada. Aunque cualquier padre hijo de karatecas cinta negra seguro se identifica. Emiliano, a los 4 años, vio la escuela de karate y quiso dar sus primeras patadas. Mamá Laura vio entusiasmo y papá Paco energía. Ambos hicieron acuerdos de horarios, ajustes al presupuesto familiar y cambios de rutina para llevarlo puntual a clases.

La primera cinta fue blanca, como el centro del sol; después llegó el amarillo, como los rayos y con el tiempo de entrenamiento alcanzó la tonalidad naranja, como lo dictamina la filosofía oriental. Emiliano después de casi dos años de entrenar karate pidió entrenar futbol e intentó con las dos disciplina, su familia de se ajustó en un maratón desgastante física y económicamente sólo recompensado con los siguientes grados de su hijo: azul y verde.

Después de casi tres años de práctica de karate, Emiliano dijo: sólo futbol. Su mamá respiró tranquila porque sería un peso menos para el esfuerzo familiar que implicaban los traslados, la inversión y hasta los fines de semana entre los torneos de ambas disciplinas, pero antes de asentir a la propuesta de su hijo, respondió que no. “Todo lo que comienzas lo debes terminar, estarás concentrado en el karate hasta que llegues a tu meta y entonces platicamos de futbol”.

Hubo desanimo, quizá malestar en el menor que desapareció al lograr la cinta morada. En la antesala de la cinta negra, con la cinta café, todos supieron que fue la mejor decisión.

Dicen los especialistas que la perseverancia es un esfuerzo continuo, supone alcanzar lo que se propone y buscar soluciones a las dificultades que puedan surgir, un valor fundamental en la vida, pero sobre todo necesario en estos tiempos en que el esfuerzo mínimo está de moda.

Con perseverancia se obtiene la fortaleza y especialistas consideran esto un elemento importante para su estabilidad, confianza y madurez.

La perseverancia se aprende con ejemplos. Y Laura y Paco fueron la muestra para su hijo, quien al finalizar el año, después de poco más de cuatro de práctica, festejaron con Emiliano su examen aprobado de cinta negra. Su motivación era enseñarle a terminar lo que comienza, sin pensar en llevarlo a una selección nacional, aunque ahora que ha logrado su meta, Emiliano se sabe fuerte y con posibilidad de lograr lo que se proponga.

@PatyPenia

JJ/I