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Escribir un rap

Es un necio.

Cuando presentaba su música a las disqueras con la intención de firmar un contrato, la cual había ido construyendo desde que aprendió a tocar la guitarra a los 10 años, las respuestas eran en su mayoría negativas.

Y las que mostraban alguna esperanza venían con una exigencia: que dejara de ser él y que cambiara su estilo de música a algo un poco más parecido a los Gipsy Kings, ese grupo de franceses descendientes de gitanos españoles que por alguna razón fue famoso en los 80.

Y el necio dijo que no, y esperó hasta que una disquera por fin le soltó un contrato. Luego vendió medio millón de copias, ganó el premio canadiense Juno, hizo su propia disquera, y hasta un vino tocando su guitarra a las uvas antes de ser transformadas, para transmitirles y empaparles buenas vibras.

En algún momento de todo esto, no se sabe con exactitud, también escribió un rap.

Más o menos.

El caso se debe a que un rapero gringo llamado R-Kelly compuso una canción titulada Fiesta que contenía 27 sampleos de uno de los temas de este necio, titulado a su vez Fantasía. Le llaman sampleo a un fragmento de música que se extrae de un tema para ensamblarlo digitalmente en otro.

El problema es que el rapero lo hizo sin permiso.

Al final, luego de perder la demanda por plagio, el rap Fiesta cuya letra presume con cuántas mujeres se va a acostar el rapero, ha tenido que incluir en sus créditos el nombre del necio al que nos referimos desde el inicio.

Este necio es Pavlo Simtikidis (Toronto, 1969), hijo de migrantes griegos, con un estilo de guitarra que él llama “música mediterránea” y que ha sido invitado para abrir la primera temporada de la Orquesta Filarmónica de Jalisco con un concierto realizado el jueves y con otro mañana en el Teatro Degollado (12:30 horas).

Conocido por consentir a su público regalando su guitarra a una persona al final de un concierto, la cita para verlo es imperdible porque al igual que las uvas a las que tocó su instrumento antes de convertirlas en vino para impregnarlas de notas, su música también viene empapada con las notas de la migración y de una amalgama mediterránea y canadiense.

Habrá que ver al músico que enseña que la necedad de la coherencia trae buenas cosas.

Aunque a veces esto pueda llevarlo a uno a sitios tan lejanos… como escribir un rap.

@los21fosfenos

FV/I