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Inseguridad se asentó en el Parque Rojo: vecinos

PENDIENTES. Al Parque Rojo le falta una biblioteca y el área de juegos infantiles está inconclusa. (Foto: Grisel Pajarito)

En el Parque Revolución, también conocido como Parque Rojo, la inseguridad echó raíces, lamentaron vecinos y usuarios. Pese a ser el punto en el que se conectan la Línea 1 y la 2 del Tren Ligero, con gran afluencia de personas todos los días, la oscuridad es constante.

“A veces está completamente apagada la iluminación, lo cual se presta a asaltos, a riesgos”, señaló Patricia Martínez, quien vive en esa zona desde hace 25 años.

El hecho de que el parque se ubique en la interjección de dos de las avenidas principales de Guadalajara, en Juárez y Federalismo, debería ser motivo suficiente para tenerlo en óptimas condiciones, “pero lamentablemente las autoridades hacen muy poco para garantizar el bienestar tanto de los vecinos como de la gente que tiene que pasar por aquí cotidianamente; debería ser una zona muy cuidada, en todos los aspectos: seguridad, imagen urbana y aprovechamiento de espacios recreativos”, insistió Patricia.

Además de reclamar mayor seguridad, desde hace un año habitantes de la calle López Cotilla exigieron al gobierno municipal de Guadalajara concluir los trabajos de rehabilitación iniciados desde 2013 “porque es dinero que ya se pagó”, señaló Sergio Morales con documentos en mano, obtenidos vía transparencia.

El área de juegos infantiles está inconclusa. Falta la prometida biblioteca, donde supuestamente se realizarían además actividades lúdicas y recreativas para los menores, y los baños siempre están cerrados, sostuvo Andrea Alvarado, quien todos los días lleva a su hijo ahí porque vive a unas cuadras.

Las resbaladillas, los columpios, los sube y baja están cercados por un muro que inicialmente era blanco. El grafiti da cuenta que no hay seguridad pública en el espacio, menos para los menores que ahí conviven. “Es estar trucha e irse temprano”, recomendó la joven madre.

Lo que se proyectó como área de biblioteca, así como los baños tienen ventanas rotas. Aun así, los juegos casi siempre tienen bastante afluencia, “por la zona, no creas que por bonitos”, agregó.

Otro elemento inconcluso fue el espejo de agua, explicó Patricia Martínez. En el ala que está a un costado de la calle López Cotilla, se instaló lo que parece “un chapoteadero”, “una alberquita sin agua”, según los menores que ahí corrían ayer por la tarde.

“Obviamente cuando los hermanos Barragán lo proyectaron, sí quedaba a la Guadalajara de entonces, pero las condiciones han cambiado y el proyecto no se ajustó a la actualidad; ahora no funciona, lo que pasa es que en temporada de lluvias se llena de zancudos y ha generado dengue aquí en la zona, es hasta peligroso porque aquí hay tránsito de mucha gente, algunos de ellos turistas”, se quejó Patricia.

Tampoco las pérgolas están como se prometió. “Ya deberían haberlo resuelto”. Desde hace un año Lucy Ramírez informó en rueda de prensa convocada por habitantes de la zona que entre los pendientes estaban: las guías para cubrir pérgola, pintar vigas y sembrar árboles. Desde entonces la situación sigue igual.

Del sistema de riego con aspersores que había antes de la intervención no se sabe qué paso, actualmente las plantas reciben agua proveniente de una manguera, aseguraron vecinos.

“Yo creo que el hecho de que los gobiernos municipales duren tres años es parte del problema, porque en lo que llegan y se acomodan ya se les fue un año, y ya cuando empiezan a ver qué se puede hacer pues resulta que ya se tienen que ir; a lo mejor si los ayuntamientos duraran seis años como el gobierno estatal, pues tendríamos a quién reclamarle y exigirle que cumpla, porque si no, así como estamos, ahí se la pasan echándose la bolita con anteriores gobiernos”, apuntó Patricia Martínez.

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“Lamentablemente las autoridades hacen muy poco para garantizar el bienestar tanto de los vecinos como de la gente que tiene que pasar por aquí”
Patricia, vecina del lugar

JJ/I