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Salud y su crisis, entre corrupción y omisiones

En los últimos años, el sector salud en Jalisco enfrenta una grave crisis. Los ciudadanos y derechohabientes de los servicios públicos prácticamente no tienen acceso a la prevención y cuando enfrentan un padecimiento, encuentran centros en malas condiciones, algunas deplorables, médicos sobresaturados de trabajo y desabasto de insumos y medicamentos.

La implementación del Seguro Popular se pensó como una solución para atender las necesidades médicas de quienes no tienen seguridad social. Sin embargo, apenas fue un apuesta gatopardista.

El argumento de las autoridades ha sido siempre una demanda que supera las posibilidades de atención. Pero no es así. Lo que hemos visto en los últimos años es que el sector salud no ha escapado a la corrupción.

A lo largo de la semana que termina El Diario NTR ha documentado irregularidades que se han registrado, tanto en la Secretaría de Salud como en el Seguro Popular. La corrupción se ha vuelto parte de nuestra vida cotidiana, pero tratándose de salud, hay un ingrediente adicional que molesta.

Desde hace unos dos años, el desabasto de medicamentos e insumos, así como el cierre temporal de algunas áreas, comenzó a generar una crisis en los servicios de la maternidad Esperanza López Mateos. Las autoridades estatales habían desestimado la información que en los medios de comunicación se había dado a conocer y resumían el conflicto a los adeudos que se tenían con el personal llamado cubre-incidencias.

Las carencias y deficiencias en los servicios llegaron a un punto que la Secretaría de Salud tuvo que aceptar que había un problema. Fue así como se tuvo que intervenir el hospital y, finalmente, cambiar a quienes estaban al frente del mismo.

Entre las irregularidades que se fueron encontrando está un total desorden administrativo y la sustracción irregular de medicamentos e insumos, en particular más de 900 dosis de una sustancia controlada, con un daño al erario de cerca de 9.6 millones de pesos.

Lo que cabe preguntarse en este caso es si el ex secretario de Salud Antonio Cruces Mada no estaba al pendiente de lo que ahí sucedía o lo conocía y, por alguna razón, lo dejó pasar.

Las irregularidades en salud, que seguramente fueron la causa de que Cruces Mada tuviera que dejar la Secretaría de Salud, no son exclusivas de este gobierno, pues el caso de las más de 5 mil cirugías fantasma, ordenadas en los hospitales privados Puerta de Hierro, por médicos que no existen, con cargo al Seguro Popular, ocurrieron en la administración de Emilio González Márquez.

En este último caso, el enojo puede volverse rabia fácilmente si se piensa en los cientos de personas que esperan una fecha para una intervención quirúrgica, que se pospone una y otra vez.

Es evidente que la millonaria bolsa de recursos para salud se ha convertido en un botín para muchos. En el universo de medicamentos e insumos, el control parece nulo.

El tema no puede considerarse menor. Nada más hay que revisar los informes de la Auditoría de la Federación (ASF), donde el sector salud Jalisco tiene pendientes por aclarar por más de 7 mil millones de pesos, de los cuales más de 6 mil millones corresponden a la gestión de Cruces Mada como titular del Seguro Popular.

En las observaciones se pueden encontrar, por ejemplo, los retrasos constantes en la entrega de recursos a los hospitales civiles y los municipios, pues hay señalamientos por pagos hechos en un ejercicio, cuando corresponden a servicios prestados en anteriores.

También hay montos millonarios de pagos no acreditados y un gran desorden en la nómina. Así, entre las irregularidades, la corrupción y las omisiones graves, podemos encontrar las causas de la crisis en salud.

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