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Duele poquito y da nervios

Everything was beautiful, and nothing hurt

 

Moby

Si para Moby todo fue hermoso y nada dolió, la música de su nuevo álbum refleja los claroscuros de las emociones humanas. Al lanzar Like a motherless child advirtió que no sería un disco fácil y no lo es, es introspectivo y delirante. Mere anarchy somete al escucha a una atmósfera sombría apocalíptica, The tired and the hurt es un diálogo de voces internas enfrentadas, Welcome to hard times tiene una discreta línea de bajo que estresa y The sorrow tree eleva el ritmo pero This wild darkness sumerge en un trip hop ceremonioso y reflexivo que contrasta con los exuberantes arreglos de cuerdas en The ceremony of innocence. Total, enorme álbum. #DuelePoquito.

CALIFICACIÓN: SUBE EL VOLUMEN

All the nerve

The Breeders

Las canciones de All the nerve tienen una virtud hitchcockiana: son una bomba bajo el asiento, pero no estallan. Hay un estado de tensión permanente, se puede esperar una explosión de histeria en cualquier momento, pero no, The Breeders lanza filosas frases sobre la realidad estadounidense y refleja su decadencia, la suciedad cotidiana (Blues at the Acropolis), el miedo a ser asesinado (Walking with a killer), la desolación de despertar igual o peor (Dawn: Making an Effort) y la esperanza por un cambio (Spacewoman), todo envuelto en sonidos ásperos, nada estruendoso, a veces muy melancólico, a veces luminoso. #Buenazo.

CALIFICACIÓN: SUBE EL VOLUMEN

Chicocheismo

Varios

Cosas como este tributo justifican el argumento milenial para ya no comprar discos: sólo vale la pena una, dos o tres canciones de las 23 que presentan. Hay verdaderas aberraciones como Camino de la Chontalpa de Roco Pachukote, un dance-prehispánico-alternativo malogrado y forzado o Chi como ño de Jessy Bulbo, un rap sin chiste. No hay calificativos que describan la desgracia que representan Kenny y Los Eléctricos o las versiones ska de Dr. Shenka y Estrambóticos. Sólo destacan los arreglos elegantemente lisérgicos de Gallo Negro, lo rasposo de Agrupación Cariño y El Mexicano, que entendieron más lo que es un tributo y no un derroche de ego, soberbia y falta de capacidad de otras versiones. #ChicoCheLevántateYAnda.

CALIFICACIÓN: GUÁCALA

SENCILLOS

You never knew my mind

Chris Cornell

Hace mucho que una canción no me erizaba la piel, no sucedió porque saber que Chris Cornell está muerto y nos dejó este legado, un poema cantado del icono americano Johnny Cash, presentado como un corte folk, con coros góspel, pero con una intensidad interpretativa impresionante, grabado para el disco Johnny Cash. The music forever words. La letra además es una despedida: “No te fijaste lo suficiente para reconocer las señales (…) Supongo que nunca dudaste que todos estábamos bien. A veces soy un extraño para ti, a veces soy un extraño para mí, Tu nunca realmente, conociste mi mente”. #Aplastante.

CALIFICACIÓN: SUBE EL VOLUMEN

Azul

Zoé

Quería encontrarme con un tema espacial, lleno de melcocha, palabras espaciales y atmósferas viajadas, pero me encontré con una canción pop, hecha con librito, coro-verso-coro, con letra pegajosa, bien producida. A diferencia de sus trabajos solistas, al vocalista León Larregui se le entiende. Lo único que se puede decir es que Zoé es un grupo inofensivo, marcado por el “amor al mundo” de esta generación, falta algo áspero a su trabajo. Digamos que esta canción funciona al mercado y a sus fans les va a encantar.

CALIFACACIÓN: MODERE SU CONSUMO

@WhoisFranco