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Meade encadenado a Peña Nieto

Las elecciones están a solo cuatro meses de distancia y la presión crece de manera importante en Los Pinos.

Las encuestas no paran de reflejar que el candidato “ciudadano” José Antonio Meade, no logra salir del triste tercer lugar. Incluso lo más que han logrado hacer las encuestas de los medios “amigos” es colocar a Meade en un supuesto segundo lugar.

Quedar enterrado en una posición posterior es ser condenado a repetir el desastre del 2006, en el que la pelea se cerró entre López Obrador y Felipe Calderón, dejando a Roberto Madrazo en el lejano tercer lugar, con una de las menores votaciones históricas para el PRI.

Llegar hoy en tercer puesto es hacer más real la posibilidad de que el PRI termine nuevamente hundido, viendo desde lejos una pelea entre los finalistas.

La desesperación de Meade y su equipo es que tienen el tiempo encima para lograr capitalizar toda la votación que concentrará el candidato que pueda competir con López Obrador. Por eso la desesperación y por eso los errores.

Primero, lanzarse al vacío buscando una reunión de despedida entre Donald Trump y Peña Nieto. Según los genios de la Cancillería, si lograban llevar una reunión en Washington cordial entre Trump y Peña levantaría la pobre imagen del presidente de México. Mostrarlo como un mandatario firme podría sacar algunos puntitos para su imagen y de paso, para su candidato.

En Los Pinos queda claro que la imagen de Meade aparece encadenada a la pésima imagen de Peña Nieto. Por eso, a pesar de ser un candidato preparado, con experiencia y sin escándalos conocidos; no logra salir del sótano.

Lo sorprendente es que todavía no entiendan que no es posible confiar en Trump y que la reunión pudo ser un desastre mayor: Trump aceptaba la visita, siempre y cuando Peña aceptara públicamente que México pagaría por el famoso muro.

Ante esta situación, Peña y su equipo optaron por el plan B: quitar a Ricardo Anaya su segundo lugar en las encuestas usando para ello a la Procuraduría General de la República (PGR) y al Sistema de Administración Tributaria (SAT).

Sin embargo, todo parece indicar que Anaya jugará la carta de la victimización para subir sus bonos, lo que, de seguir así, terminará por enterrar a Peña, a Meade y al PRI.

@Israel_Macias

JJ/I