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David y Goliat trabajando juntos

Ayer fue el último evento de un tour por tres ciudades (CDMX, Guadalajara y Monterrey) titulado Cracking the Code of Working with Startups, que organizó la aceleradora MassChallenge para familiarizar a grandes corporativos con los beneficios de trabajar con startups, que es el nombre que se le da en inglés a nuevas empresas innovadoras y dinámicas.

MassChallenge es una organización basada en Boston con presencia en Israel, Reino Unido y Suiza, que lleva poco más de dos años trabajando en México apoyando a emprendedores a potenciar sus negocios y ayudando a establecer el vínculo entre ellos y grandes empresas ya establecidas en el país.

El evento en la CDMX fue realizado en las instalaciones del Fiinlab de Gentera; el de Guadalajara en el edificio MIND con apoyo de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología, y el de Monterrey en el Hub de Innovación de Axtel con apoyo también de la plataforma Nuevo León 4.0.

En los tres eventos nos invitaron a Wagner Simao, socio de Accenture, para hablar de tendencias tecnológicas, y a mí, en calidad de director de operaciones de Mexico Media Lab, para hablar de metodología y buenas prácticas sobre cómo grandes corporativos y startups pueden beneficiarse del trabajo conjunto.

Resumo tres ideas de los temas que se tocaron en el tour que son de interés para toda empresa mediana o grande en cualquier industria.

Primero, hay dos tipos de innovación: sostenida y disruptiva. El primer tipo es la innovación que hacen todas las empresas, mejorando gradualmente sus productos y servicios para diferenciarse y ganar a los clientes que más pagan. El segundo tipo es la innovación, como la define el profesor Clayton Christensen, que encuentra nichos de clientes con necesidades más sencillas o habilita con tecnología formas menos costosas para atraer clientes que antes no existían.

Un ejemplo clásico de innovación disruptiva es el de las aerolíneas de bajo costo que descubrieron un nicho de clientes que estaban dispuestos a sacrificar comida, selección de asientos y otros extras con tal de tener un precio más bajo por viaje.

Segundo, una empresa establecida en el mercado difícilmente puede hacer innovación disruptiva, pero está expuesta a que otras empresas más pequeñas lo hagan y le vayan quitando gradualmente cuota de mercado… como le pasó a Blockbuster con Netflix.

¿Por qué es difícil para una empresa grande y exitosa entrarle a la disrupción? Simple y sencillamente porque va en contra del ADN que la hace exitosa. Todos los recursos, procesos, incentivos y criterios financieros de la empresa están alineados para hacer bien y cada vez mejor los productos y servicios que la llevaron a ser lo que es. Aunque existan profetas en las empresas que vean venir las disrupciones y las tecnologías que habilitan muchas de ellas, les es casi imposible mover al elefante en una dirección tan diferente a la que está acostumbrado a ir.

Tercero, trabajar con startups es un atajo para que grandes empresas aborden las disrupciones. El complemento es ideal: las startups aportan personas, procesos y tecnología alineados con las disrupciones; y los corporativos aportan amplio acceso a clientes y soporte tecnológico y administrativo para que la startup se enfoque en el valor que aporta. David y Goliat colaboran para ser más fuertes juntos.

Existen ya muchos casos de éxito globales documentados en los que grandes empresas lanzan programas para atraer startups, potenciarlas y hacer pilotos de servicios conjuntos con ellas. En México empieza a tomar fuerza esta tendencia con iniciativas como el Fiinlab de Gentera y la aceleradora NAVE de Axtel.

Nosotros en Mexico Media Lab, aliados con MassChallenge México, ayudamos a los corporativos a definir un buen programa para trabajar con startups, que esté alineado con sus objetivos de negocio, y después facilitamos el vínculo con las startups más adecuadas con las que piloteen iniciativas que puedan terminar en innovaciones disruptivas para la empresa.

@ortegarance

JJ/I