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98 años sin Garavito

En ese lado oculto se encuentran varios cráteres lunares que la Unión Astronómica Internacional bautizó “Garavito” [...] como un homenaje al sabio ingeniero y astrónomo Colombiano Julio Garavito Armero, director del Observatorio Astronómico Nacional.

   José Antonio Mesa Reyes; La astronomía en la obra de García Márquez, Editorial Oveja Negra, Bogotá, 2015, p. 41

 

Activo miembro de la Asociación Colombiana de Estudios Astronómicos, el maestro en ingeniería Mesa Reyes nos menciona en su acucioso libro -donde compila el tema astronómico en la obra del Nobel de Aracataca didácticamente glosada- a un personaje destacado en la historia de la ciencia en su país, que lo ha reconocido al grado de ilustrar con su figura y temas alusivos a su investigación el billete de 20,000 pesos colombianos; en el nuestro no es el caso, aunque bien podrían reunirse don Carlos de Sigüenza y Góngora y Sor Juana en nuestro billete de 200 pesos para así finalmente reconocer a un precursor de la ciencia moderna.

Julio Garavito Armero (1865-1920) fue el primer titulado como profesor de matemáticas en la Universidad Nacional de Colombia donde también logró el título de ingeniero civil; en 1891 es director del Observatorio Astronómico Nacional (OAN) en Bogotá, cargo que desempeña hasta su muerte, edificio que por cierto se conserva y al ser uno de los más antiguos de su tipo en el continente americano han implementado un programa de visitas, sobre el cual comenta Yaneth Mora Hernández, historiadora y coordinadora del OAN: “el ideal es que el público conozca [...] Todo este patrimonio que alberga este espacio, desde la edificación arquitectónica que ya es una pieza de museo y es una de las primeras edificaciones de este tipo que se construyó en América y para las implicaciones patrimoniales, es muy importante” (Boletín del 18 de junio de 2010, Oficina de Comunicaciones, Universidad nacional de Colombia). Nos dice Steven Navarrete Cardona: “Bajo su dirección el observatorio se convirtió en uno de los principales centros de investigación de la Mecánica Celeste en el siglo 19 y principios del 20” (El Espectador, 5 de enero de 2015). Afectado tras un trabajo en una mina de carbón, falleció el 11 de marzo de 1920.

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