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Reinventar los roles de género

Durante el Día Internacional de la Mujer se presentó un debate en redes sociales entre aquéllos que entienden la ocasión como motivo de celebración y quienes la entienden como motivo de protesta. Al margen de este debate, una tercera alternativa sería entender el día como motivo de reflexión personal y colectiva, y asegurarnos de que el resultado de este proceso tenga un efecto sobre nuestra conducta cotidiana.

A partir de este proceso de reflexión, desde el Laboratorio de Innovación Democrática (LID) hacemos un llamado a cuestionar los roles de género impuestos que nos limitan y oprimen, y a que no nos dé miedo romperlos y reinventarnos. Discutiré cada uno de los elementos de este llamado.

¿Por qué sostenemos que los roles de género son impuestos? Por roles de género nos referimos a las normas sociales y los comportamientos que son percibidos como apropiados para hombres y mujeres en una sociedad, construidos con base en las nociones que se tienen de masculinidad y feminidad. Las niñas y los niños que nacen en nuestra sociedad aprenden y reproducen estos roles, sin oportunidad de experimentar o aprender roles alternativos o de otras sociedades.

¿Por qué sostenemos que los roles de género nos limitan y oprimen? Algunos de los roles de género están diseñados para perpetuar el sistema económico de la sociedad en el que un género tiene hegemonía sobre otros. Por ejemplo, el modelo en el que los hombres salen a trabajar y participan en la producción, pero las mujeres se quedan en el hogar y se encargan de las tareas asociadas a la reproducción de la sociedad. Afortunadamente este modelo ya está cambiando, pero su legado aún está muy presente.

¿Por qué sostenemos que nos da miedo romper los roles de género? Las personas que tratan de romper los roles de género tradicionales normalmente son estigmatizadas o ridiculizadas por la sociedad. Por ejemplo, una mujer que participa activamente en la fuerza de trabajo y que no se dedica al cuidado de su familia corre el riesgo de ser estigmatizada como una persona que descuida su hogar. Los hombres que se encargan de las labores del hogar o del cuidado de los hijos lo hacen con el riesgo de ser estigmatizados como mandilones. Este tipo de violencia de género puede infundirnos un miedo que no nos permite romper los roles.

¿Cómo sería reinventarnos? Romper los roles de género significa alejarnos de los comportamientos que se esperan de nosotros por ser de tal o cual género. Reinventarnos significa elegir nuestros comportamientos y roles económicos y sociales de acuerdo con otro tipo de criterios. No los que han sido impuestos por la sociedad, sino unos que nos funcionen mejor para nuestras circunstancias particulares. Comportamientos que nos permitan salirnos de cualquier situación de dominación relacionada con los roles de género.

Pero también reflexionemos sobre los múltiples obstáculos a los que nos enfrentaremos para reinventarnos. Seamos realistas sobre dificultades como los techos de cristal para las mujeres en los lugares de trabajo o el hecho de que las ciudades tienden a estar diseñadas desde una óptica masculina. El cambio tiene que comenzar por reconocer y enfrentar esos obstáculos creados por años de una sociedad con roles de género basados en relaciones de dominación.

 

Coordinador del Laboratorio de Innovación Democrática (LID)

JJ/I