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Acuerdos negativos

El azúcar es el mejor ejemplo de lo que son negociaciones negativas y acuerdos comerciales perjudiciales para México y sus productores.

En septiembre del pasado año, México, por mediación del secretario de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal, firmó gustosamente un acuerdo comercial con Estados Unidos que ha castigado a ingenios y productores de azúcar nacionales.

Se fijó un tope de exportación de un millón 150 mil 613 toneladas con un alto porcentaje, 75 por ciento, de azúcar cruda para ser refinada en Estados Unidos. Incluso el resto deberá ser estándar, de menor calidad a la que anteriormente se vendía.

Ahora, en sólo cinco meses las exportaciones se han reducido 36.4 por ciento y en febrero se vendió a Estados Unidos 16 por ciento menos que en el mismo periodo del año anterior. Esto, como consecuencia de haberse aceptado todas las condiciones impuestas por los productores estadounidenses.

Así ha sucedido también en lo poco que se ha avanzado en la renegociación del Tratado de Libre Comercio y, de lograrse concluirla, sería en todos los rubros, hasta en los más delicados como en las reglas de origen, en las que crecerá el porcentaje nacional para anular el arancel de exportación.

Es probable que en el próximo mes de abril se cierre el TLCAN, pero bajo la imposición de todas las condiciones de Donald Trump, la gran mayoría contrarias al interés mexicano. Así son los acuerdos que acepta la administración del presidente Enrique Peña Nieto.

AHORROS

Los viajeros, frecuentes o no, sufren seguido la cancelación de su viaje por sobreventa de boletos sin recibir compensación alguna de parte de las aerolíneas, sean nacionales o extranjeras.

Tan sólo en 2016, 42 mil 145 pasajeros se quedaron en tierra en algún aeropuerto de México a pesar de tener boleto comprado, con todos los perjuicios que ello conlleva. Del 2017 aún no se conocen las cifras, pero se estima que son mucho mayores

Los viajeros se quedan en total estado de indefensión, pero eso nada les importa a las aerolíneas; a Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), que dirige Alfonso Sarabia de la Garza; al Procurador de la Defensa del Consumidor (Profeco), Rogelio Cerda Pérez y, mucho menos, al secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruíz Esparza.

El colmo.

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@salvador_mtz

JJ/I