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Cambios en expectativas

En el primer trimestre de este año, las expectativas sobre la economía mexicana han cambiado notoriamente debido a factores internos y externos. Los primeros se vinculan a las elecciones de julio y a las posibles políticas que se seguirán en la siguiente administración. Los segundos se vinculan a la renegociación del TLCAN, a los efectos de la reforma fiscal estadounidense y al alza de las tasas de interés internacionales.

Los cambios en las expectativas se manifiestan principalmente en los pronósticos de crecimiento económico para México. A fines del año pasado, la Secretaría de Hacienda estimaba que en 2017 y 2018 las tasas de crecimiento serían aproximadamente de 2.3 y 2.5 por ciento, respectivamente. Hoy muchos analistas estiman dichas tasas en 2.0 y 2.2 por ciento.

Los cambios también se manifiestan en las cifras de la balanza de pagos. Particularmente, Hacienda estimaba que en 2017 y 2018 la cuenta corriente tendría déficits por 20 mil 457 y 23 mil 300 millones de dólares. Hoy se estiman esos déficits en 18 mil 831 y 20 mil 755 millones. Si bien es cierto que los menores déficits se traducen en mejoras en la balanza de pagos, también reflejan los efectos de las políticas proteccionistas de EU.

Los mercados monetarios no han sido inmunes ante los mencionados cambios. Así, la SHCP y Banxico estimaban que, para finales de este año, la tasa inflación y del Cete-28 días ascenderían a 3.0 y 7.0 por ciento, respectivamente. Hoy se estima que dichas tasas ascenderán a 4.3 y 7.6 por ciento. Así, habrá más pérdidas en el poder adquisitivo y más restricciones para la inversión productiva.

Un cambio importante se refiere a la expectativa del precio de la mezcla mexicana de exportación (MME). La SHCP estimaba que, para este año, el precio promedio de MME sería de 46 dólares por barril. Hoy se estima que será de 53.6 dólares. Por tanto, en este año los ingresos públicos crecerán por arriba de lo presupuestado originalmente.

En mi opinión, las expectativas no son necesariamente peores que las que había a fines del año pasado. Sin embargo, debe reconocerse que su manipulación puede causar inestabilidad económica y financiera e incertidumbre en la población.

Por estas razones, sería responsable que instituciones, funcionarios, partidos y candidatos evitaran crear falsas expectativas y temores infundados. Los protagonismos y manipuleos políticos pueden tener consecuencias funestas para el país.

Economista e investigador de la UdeG

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JJ/I