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Impaciente el sector privado

Al arrancar su tercer y último año al frente del Consejo Coordinador Empresarial, Juan Pablo Castañón mostró mucha impaciencia frente al proceso electoral con claro rechazo a uno de los candidatos, a ya sabes quién.

Aún antes de iniciar las campañas electorales, el sector privado exigió a los candidatos “compromisos que se sustenten con propuestas específicas, no frases ocasionales de campaña”, lo que de entrada suena muy bien, pero sólo era el preámbulo para plantear su propio programa político.

Bajo el señuelo de “no tenemos candidato ni partido”, el mayor representante de la iniciativa privada estableció en la 35ª Asamblea Anual del CCE cinco ejes rectores de las políticas públicas que proponen se sigan en el siguiente gobierno, lo cual obviamente no va de la mano con las propuestas de todos los aspirantes presidenciales.

Clara es la intromisión política electoral del CCE, lo cual no sería criticable si no es porque pretenden hacerlo de manera oculta, “sin candidato ni partido”, cuando es claro en favor de quién están o mejor dicho en contra de quién veladamente se manifiestan.

El planteamiento político del empresariado incluye más de 300 acciones para, dicen ellos, lograr un crecimiento económico de 5 por ciento anual, con un primer eje: construir un México seguro, con legalidad y justicia, el cual contempla reducir la tasa de homicidios 40 por ciento en cinco años y hasta 60 por ciento en una década.

El segundo es un México próspero e innovador, con más crecimiento y empleo; el tercero, construir un México con igualdad de oportunidades; el cuarto, forjar un país con gobiernos eficientes y transparentes, y el quinto, construirlo sustentable que preserve sus recursos naturales.

Curiosamente, la propuesta del CCE adolece de lo mismo que critican, no precisan cómo, pero lo importante es hacer presión y obtener fuerza política.

Ahorros

Con un nuevo aumento de 0.25 puntos base en la tasa de interés arrancó Jerome Powell al frente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), cumplió con las expectativas de un rango de 1.50 y 1.75, y se mantiene la expectativa de nuevos incrementos para el presente y siguiente año.

Esto obviamente impactará en sentido alcista, las de por sí ya elevadas tasas en México, que impactan en los créditos y el pago de intereses de préstamos bancarios y de las tarjetas de consumo.

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@salvador_mtz

JJ/I