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México gana pero no convence

(Foto: Imago7)

México volvió a ganar un partido más que parecía no tener posibilidad por el juego fracturado en sus líneas. Solo un toque de genialidad de Marco Fabián cambió el rumbo para estabilizar a un equipo que no encontraba el rumbo ante Islandia.

El resultado final de 3-0 favoreció a México sobre Islandia en uno de los últimos amistosos de cara al Mundial, y más que ofrecer claridad las dudas persistes sobre los verdaderos alcances del Tricolor.

Lo cierto es que hasta antes del primer gol la selección mexicana no se encontraba en el campo.

Los once jugadores tricolores eran un desorden y cada uno trataba de hacer su propio partido y no había claridad en sus avances que no tenían continuidad y apostaba más a dividir el balón y apostaba al azar de querer ganar esa batalla contra jugadores superiores en la parte física.

Difícilmente había una jugada elaborada desde la parte de atrás, y en ese once inicial tan impredecible de parte del técnico Juan Carlos Osorio que no termina por establecer una base tampoco se notaba lucidez.

El rival, Islandia, por su parte era mucho mejor desde el arranque. El cuadro islandés que tan grato sabor dejó en la Eurocopa 2016 recurrió a sus mejores armas que lo distinguen que es su fortaleza física y su orden en el terreno.

El conjunto europeo ganaba todos los balones por arriba, y cuando México tenía el balón le adelantaba las líneas y tras un exceso de pases laterales en corto entre sus defensas y no poder cruzar de la media cancha lo obligaba al despeje largo donde Raúl Jiménez, el principal atacante estaba extraviado.

Pero había un jugador mexicano que tenía creatividad y además hambre por no dejarle dudas a Osorio en la elaboración de su lista final rumbo al Mundial de Rusia.

El tapatío Marco Fabián era el mejor elemento que se desplazaba por la cancha y el que intentaba algo distinto apelando a su educada pierna derecha para sorprender desde medio campo.

Y si a través del juego colectivo no se podía vulnerar a un conjunto bien plantado, la única forma era a través de la táctica fija. Al 36´ se presentó una falta para que Fabián cobrara tiro libre directo que fue inalcanzable para el portero Rúnarsson. Justo cuando más complicado estaba el encuentro, apareció Marco con un tiro preciso a las redes para el 1-0 alentador.

Para la segunda parte, contrario a lo que sucede en los partidos amistosos al presentarse los múltiples cambios a México le beneficiaron dos ingresos que fueron clave: Carlos Vela e Hirving Lozano.

Ambos fueron generadores de un juego con mayor ritmo y desequilibrante, y fue precisamente Chucky el que detonó el segundo tanto al filtrar un pase a Miguel Layún, quien desbordó por la derecha y cruzó con potencia para el 2-0 al 63´.

Después hubo más cambios de ambos equipos y entonces sucedió lo de siempre, el partido se rompió en su ritmo, y ninguno tuvo orden.

Cuando el juego agonizaba Layún puso el tercero en tiempo de compensación.

JJ