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Inauguran altares a la virgen de Dolores

Tradición. Los barrios han dejado de lado el montaje masivo de altares para dejar unos cuentos, de ahí que los museos se empeñen en preservar la costumbre. (Foto: Especial)

Un olor a manzanilla, a cera, a naranjo y a flores inunda el auditorio del Museo de la Ciudad. Como en los barrios antiguos hace muchos años, cientos incluso, que así olía durante esta época del año, previa a la Semana Santa cuando los creyentes sacaron de las Iglesias los altares para comenzar a montarlos en sus casas y honrar así los pesares que, según la historia, la virgen María sufrió durante la crucifixión de Jesús.

Al pasar de los años las casas del barrio de Analco, el más antiguo de la ciudad, es en donde la tradición alcanzó todavía a generaciones más jóvenes. El viernes pasado asistieron a la apertura del montaje del Altar de Dolores para escuchar su historia, los símbolos de cada parte del altar y para que la gente que asistió, muchos de los que recuerdan los altares que se montaban en sus barrios, conociera la belleza de este ritual religioso.

La encargada de Educación del Museo de la Ciudad, Olga Moya, explicó el viernes que la construcción de estos altares viene de una tradición que pese a haberse pasado de generación en generación no se conserva.

“No viene de México, se sabe que los españoles, al llegar aquí, comenzaron a montarlo en las iglesias, que tampoco siguen recreándose año con año”, contó. “Las flores y la manzanilla, las naranjas agrias que venían de los huertos de las casas en el virreinato; la imagen de la virgen que tenemos pertenece al convento de las Capuchinas, un óleo muy antiguo que probablemente se usó también en otros altares”.

Moya explicó también que los altares se montaban en varias casas y en Semana Santa los vecinos visitaban los altares y preguntaban “¿ya lloró la virgen?”, y los anfitriones entregaban vasos de agua fresca, de jamaica o de limón, que representa las lágrimas que la virgen derramó en la pasión de Cristo según la Biblia.

Durante toda esta semana el altar que se montó en el Museo de la Ciudad estará disponible para que los visitantes lo contemplen con sus velas encendidas y sus palomas de papel, que antes eran las que llegaban porque el altar, con sus hojas de palma, también contempla semillas de alpiste o chía que las atraía, así como sus adornos de papel picado morado.

El museo tiene un horario de martes a sábado de 10 a 16 horas. La entrada es gratuita.

Por su parte, el Museo Regional de Guadalajara también inauguró el pasado viernes su propio Altar de Dolores que se exhibió sólo este fin de semana, realizado por el especialista Prudencio Guzmán, quien explicó que en el altar “la figura principal es la virgen María, la cual se coloca en la parte más alta y céntrica del Altar, que las flores blancas simbolizan la pureza de la virgen, las naranjas agrias la amargura que sintió al ver clavado a su hijo en la cruz, los cortinajes morados la penitencia y preparación, banderitas doradas para recordar la alegría de la resurrección de Jesucristo, velas o cirios encendidos, que aluden a la luz de Dios y flores de manzanilla, cuyos colores son emblema de la humildad de la Virgen maría”.

Asiste

El Museo de la Ciudad tendrá toda la semana montado su altar. La entrada es libre

JJ/I