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Democracia y candidatos independientes

La democracia, para hacer un sistema que funcione, requiere en forma importante de la educación del pueblo y su compromiso de participación.

En la medida en que el pueblo se encuentra consciente de la importancia de participar en las decisiones y en las elecciones, y cuenta con preparación e información, la democracia se enriquece.

Por otro lado, cuando tenemos un pueblo con bajos niveles de educación, con altos niveles de pobreza y con dificultad de acceder a información de calidad sobre los asuntos públicos, las posibilidades de manipulación y compra de votos suben y hacen de la democracia un sistema meramente formal. Así funcionó en México durante décadas la pedagogía del fraude electoral y la simulación de elecciones auténticas.

La transición en 2000 produjo cambios importantes en México en materia democrática, pero insuficientes, y hoy vivimos una regresión democrática con el debilitamiento y el control de las instituciones, INE y Trife que se encuentran ya no en manos de la sociedad, con independencia plena para servir a ésta y velar por sus decisiones, sino bajo control del gobierno y la partidocracia.

En ese escenario nos acercamos al arranque formal de las campañas electorales, después de haber vivido una simulación de precampañas, en las cuales, con candidatos únicos, las principales fuerzas políticas hicieron campaña, violando el fondo de la ley electoral, que impedía hacer precampañas si no existía al interior de los partidos más de un aspirante.

La alternativa de los candidatos independientes, que surgió con un gran entusiasmo para la sociedad, como aire fresco ante la crisis de los partidos, ha sido también una desilusión en gran medida, ya que de los aspirantes independientes, los que realmente eran ajenos a una vida o carrera partidista, el comunicador Pedro Ferriz de Con y la indigenista María de Jesús Patricio, quedaron muy lejos de poder obtener las firmas suficientes y la dispersión de las mismas en al menos 17 entidades de la República.

El espectáculo de la recolección de firmas fue muy triste. En una sociedad con valores, la palabra empeñada vale, cuenta, la firma es en las sociedades modernas y para el mundo del derecho aún más que la palabra, implica un compromiso que debe respetarse y cumplirse.

Vergonzoso ha sido constatar cómo quienes aspiraban a convertirse en candidatos independientes, aunque no lo eran tanto, Ríos Piter y Jaime Rodríguez, El Bronco, manipularon y falsearon miles de firmas para tratar de obtener su registro. Este hecho ofende a la sociedad y viene a agregar un impacto más a nuestra vulnerada democracia.

Solo Margarita Zavala alcanzó el registro como independiente. Se le imputan alrededor de 500 firmas falsas que extrañamente fueron recabadas el mismo día en un plazo de tres horas, ante lo cual ha anunciado que presentará denuncia penal, sin duda un gran esfuerzo, habrá que ver su desempeño en la campaña, aunque disputará el mismo mercado electoral que su hasta hace poco compañero de partido, Ricardo Anaya.

¿Qué opciones electorales tiene para elegir nuestro pueblo en las próximas elecciones, quién es quién, qué proponen, qué hace distintos a los aspirantes de las coaliciones que se han formado para contender por la Presidencia, cuáles son sus soluciones a los graves problemas que enfrenta el México de hoy?

Esperemos que en las campañas haya algo de propuesta y seriedad y no sólo descalificaciones y denigración recíproca entre los candidatos. México requiere de un presidente sensible a la gravedad de la situación que atraviesa el país, con ideas claras y propuestas realistas, con capacidad de hacer equipos eficientes y comprometidos, con empeño de gobernar para todos los mexicanos y recuperar la paz y el estado de derecho.

¿Habrá alguno en el menú de los candidatos?

JJ/I