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Advertencia: ¿Alfaro vs. el centro?

En su discurso del lunes en el arranque de su campaña, Enrique Alfaro Ramírez, candidato del partido Movimiento Ciudadano a la gubernatura, confesó que había aprendido de sus errores al gobernar Guadalajara, pero ahí mismo proyectó la imagen rijosa que tantos problemas le generó como alcalde de la capital, al lanzar una advertencia:

“Que quede claro y que se escuche hasta la Ciudad de México: nunca más un Jalisco ignorado y ninguneado por el gobierno federal, ni un gobernador arrodillado y sometido por el presidente de la República…”.

¿Es ésta la declaración de guerra para Andrés Manuel López Obrador o para José Antonio Meade Kuribreña, en caso de que alguno de ellos llegue a Los Pinos? ¿Se hace extensiva para su aliado panista Ricardo Anaya Cortés? ¿Hay un motivo, actual o a la vista, que justifique dicha advertencia, que nos lleva a recordar a aquélla lanzada por Alberto Cárdenas del “tope donde tope”?

¿A razón de que advierte al centro de que Jalisco ya no será “ignorado” o “ninguneado” y que un gobernador ya no estará “arrodillado” y “sometido por el presidente de la República”? ¿En qué casos Jalisco ha sido “ignorado” y “ninguneado”? ¿Qué gobernador de Jalisco se ha “arrodillado” y “sometido” a un presidente de la República? ¿Alberto Cárdenas ante Ernesto Zedillo? ¿Francisco Ramírez Acuña ante Vicente Fox? ¿Emilio González Márquez ante Felipe Calderón? ¿Aristóteles Sandoval ante Enrique Peña Nieto?

¿En qué ha sido “ignorado” y “ninguneado” Jalisco con consecuencias en perjuicio de sus habitantes? ¿Cuándo y en qué casos los gobernadores de Jalisco se han “arrodillado” ante el presidente de la República en perjuicio de los jaliscienses? ¿Cuál presidente de la República ha “sometido” a un gobernador de Jalisco que haya provocado el atraso o estancamiento del desarrollo de la entidad?

Es de llamar la atención y tomar en cuenta la envalentonada discursiva de Enrique Alfaro, porque es tanto como ponernos en alerta que de ganar la gubernatura existe el riesgo de una relación difícil, complicada y tortuosa con dos de los tres candidatos presidenciales en caso de que uno de ellos llegue a Los Pinos: López Obrador o Meade Kuribreña. Y si es el primero, entonces la relación pudiera tener efectos negativos para la entidad si consideramos las expresiones que ha tenido el tabasqueño para con el jalisciense y su partido, pues ya en alguna ocasión ambos han sido aliados y más de un lopezobradorista ha venido a Jalisco y llamado traidor al candidato naranja a la gubernatura.

Por otro lado, si bien hoy el panista Ricardo Anaya y Alfaro son aliados electorales –uno pidiendo el voto a favor del otro y viceversa–, nadie garantiza que de ganar ambos sus respectivos cargos vayan a tener una relación armoniosa que lleve a Jalisco a ocupar un lugar insospechado y que no ha tenido con ningún otro gobierno –aunque sean del mismo partido–, cuando los intereses del poder federal son inmensos e insospechados.

La verdad es que en los últimos 24 años, desde los tiempos de Carlos Salinas de Gortari, ningún presidente de la República ha podido mover a los gobernadores como si fuesen sus piezas de ajedrez. Hoy los tiempos son otros que, incluso, hacen sentir fuera de lugar advertencias como la lanzada por Alfaro el pasado lunes.

Por cierto, valga decir que el discurso de Enrique Alfaro en su arranque de campaña está lleno de mensajes que abren infinidad de cuestionamientos y lecturas que creo es importante irles encontrando respuesta e interpretando para saber hacia dónde piensa llevar a Jalisco y qué podemos esperar de su gobierno si llegase a obtener la victoria el primero de julio, pues no basta con aplaudirle su deseo de refundar el estado y su decisión de no “arrodillarse” ni “someterse” al próximo presidente de la República.

ES TODO, nos leeremos ENTRE SEMANA.

FV/I