INICIO > OPINION
A-  | A  | A+

¡Arrancan!

Esta primera semana de abril arrancó con intensidad la campaña presidencial, con Andrés Manuel López Obrador en la punta, con 37 por ciento de intención de voto, según el promedio de las últimas encuestas (asimilando los indecisos, tomando en consideración por qué partido nunca votarían), contra 28 por ciento de Ricardo Anaya, que se mantiene en segundo lugar a pesar de los señalamientos en su contra dirigidos desde una politizada PGR, que en otros delicados casos no se mueve en absoluto a pesar de los hechos delincuenciales que ha puesto de manifiesto la Auditoría Superior de la Federación; baste recordar los más de 2 mil 400 millones de pesos que a través de la Sedesol de Rosario Robles fueron a parar a más de 140 empresas fantasma.

En tanto, José Antonio Meade sigue en tercer lugar, rondando 22 por ciento. Y Margarita Zavala alcanza 6 por ciento de la intención de voto.

López Obrador arrancó campaña en Ciudad Juárez. Insiste en la cancelación del proyecto del aeropuerto de la Ciudad de México, obra que costará 250 mil millones de pesos, y derogar la reforma educativa, en tanto que sus colaboradores de primer nivel entran en contradicción sobre la marcha atrás o no de la reforma energética y sus alcances.

Ofrece terminar con la corrupción por arte de magia, sin mencionar cómo; plantea para la inseguridad un mando único y promete apoyo económico para estudiantes y madres de familia, así como auxilio a personas de la tercera edad y aumento a los salarios mínimos, sin decir de dónde obtendría esos recursos. “Prometer no empobrece, dar es lo que aniquila”.

El sector empresarial presentó el Manifiesto por México, en el cual exige entre otras cosas soluciones a la inseguridad, más y mejores empleos, finanzas sanas y competitividad fiscal, estado de derecho y combate a la corrupción y la impunidad, educación de calidad e innovación; desarrollo regional y oportunidades para un México incluyente. Con razón exige a los candidatos plantear soluciones, no descalificaciones.

Por su parte, Anaya, que arrancó en Jalisco y Guanajuato, vira con su Frente hacia la izquierda con el nombramiento de Jorge Castañeda como coordinador político, Miguel Ángel Mancera como coordinador de gobierno de la coalición y lo proyecta como futuro jefe de gabinete en caso de llegar a ganar la elección, y el jalisciense Raúl Padilla López como coordinador del ámbito de la cultura. Para el sector conservador y que históricamente ha respaldado a su partido, el PAN, no hay un solo guiño.

Plantea cinco ejes en su campaña: 1. Nuevo régimen político. 2. Honestidad y transparencia con una comisión de la verdad y rendición de cuentas. 3. México en paz. 4. México en el mundo. 5. Crecimiento económico e igualdad. Faltan aún las propuestas concretas en estas rutas.

Meade planteó en Culiacán y Mazatlán en reuniones con trabajadores un plan de tarjetas para registrar las necesidades de sus familias, y en el sureste, apoyos para jóvenes emprendedores y mujeres.

La elección apunta a una disyuntiva entre el enojo y la indignación por una parte y el posible miedo a un cambio sin destino encabezado por López Obrador, que al menos hasta ahora parece diluirse ante la figura de un Andrés Manuel mucho más dispuesto al diálogo, pero envuelto en contradicciones y populismo.

En tanto, el Foro Económico Mundial y su índice global de competitividad colocaron a México en el lugar 131 entre 137 naciones en costos por el crimen y la violencia en el país.

El INE fijó el 22 de abril para el primer debate presidencial.

Así arrancan las campañas.

JJ/I