INICIO > PASION
A-  | A  | A+

Chivas acaricia el Mundial de Clubes

(Foto: Especial)

Chivas tuvo un inicio increíble. El cierre sería heroico. Como desde hace tiempo no lo tenía. Con un escenario que siempre sueñan los técnicos para cumplir aquella máxima de Carlos Miloc: “El gol es el táctico”.

Se adelantó en el marcador, y supo reponerse a una situación adversa al ser empatado y dominado con una genialidad de Alan Pulido con una anotación insólita.

El Rebaño ganó el primer episodio superando sus crisis, y tiene un 2-1 a su favor para la Vuelta en el Estadio Akron en la cita del próximo miércoles.

Y es que un mejor comienzo no podía tener el Rebaño. No era una jugada fortuita ni derivada de un error sino de una elaboración pensada,

Apenas al primer minuto de juego Isaac Brizuela desbordó velozmente por la derecha, centró, Jesús Godínez hizo la pantalla cuando parecía que él recibía, abrió las piernas para desconcertar a su marcador, y entonces Pizarro muy atento disparó para abrir el marcador.

El Rebaño estaba arriba y con la ventaja inicial tenía todos los factores a su favor para protegerse pero también para aprovechar los espacios que le dejara su rival.

El Guadalajara dominó de manera magistral en los primeros diez minutos tocando el balón de un lado a otro y con sus once jugadores bien concentrados dejando atrás aquella imagen ofrecida ante Red Bulls cuando el equipo se replegó y defendió su mínima ventaja.

Pero solo fue cuestión de que pasaran esos instantes de confusión del Toronto para despertar de su letargo para tener una reacción violenta que jamás imaginó.

A partir del 18´ aparecieron de nuevo todos los fantasmas que han acechado al Rebaño en el torneo local y en alguna parte del certamen de Concacaf.

Sebastián Giovinco asumió su rol de cerebro del equipo y proyectó a su gente al frente al triangular con Altidore dejando sembrado a Mayorga para que Delgado centrara, y Jiménez dudó en su salida lo cual aprovechó Osorio para cerrar la pinza para el empate 1-1.

Chivas no solamente se enfrió por la temperatura de 4 grados en Toronto acompañada de, sino por el golpe anímico que le representó verse alcanzado de manera inmediata.

Toronto se transformó en un vendaval imparable para todo el equipo rojiblanco cuyas líneas eran ingobernables quedando exhibidos en sus titubeos Carlos Salcido y el portero Miguel Jiménez, quien conforme pasó el tiempo se convirtió en el héroe que evitó la caída de un segundo gol que se anunciaba con los constantes arribos de Giovinco y Altidore.

Al iniciar el segundo tiempo el Rebaño intentó enfriar el ritmo vertiginoso de su rival.

Pero de poco sirvió porque Toronto lucía más fuerte ante un adversario que no presentaba argumentos para rebelarse al sometimiento.

La única manera en que Chivas podría sacudirse la asfixiante presión de Toronto sería por medio de la táctica fija. Y así fue cuando al 71 Pulido apareció al cobrar un tiro libre directo magistral que sorprendió a toda la defensa que esperaba un centro pero que se fue en dirección a las redes para el 1-2.

Chivas apostó al contragolpe y a resistir el ataque incesante de Toronto pero que fue ineficaz ante una defensa que soportó junto con un Jiménez que ya no se achicó.

FV