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Candidatos, ¿y el agua?

Por el crítico nivel al que ha llegado la inseguridad en los últimos meses, y en particular durante las recientes semanas golpeando de manera violenta a los jaliscienses, el tema ha ocupado de manera importante los espacios públicos, el diálogo entre amigos, entre usuarios de redes, en medios por supuesto, y no podían faltar los políticos y candidatos.

Sí hay que hablar de la violencia y de la inseguridad que se nos deben garantizar a todo ciudadano, pero tal parece que los candidatos a distintos cargos se han colgado demasiado del tema para hablar mayoritariamente de cómo las actuales autoridades han incumplido su deber al respecto con tal de sacar un beneficio electoral. Lo de siempre.

Pero por irse a la crítica fácil, a la palabra superflua, a los mismos ataques con cifras muchas veces hasta infladas dejan de lado otros temas igual de importantes y vitales para cualquier comunidad, como es el agua.

Al ser un tema complejo, técnico y también polémico, los candidatos a gobernador han recurrido a lo de siempre sin dar ni siquiera un “cómo”, usan frases generales, ambiguas y trilladas sobre lo que hace falta hacer al respecto: sanear cuerpos de agua, dotar en suficiencia y calidad a la sociedad, no inundar Temacapulín, garantizar el agua para Jalisco y luego para León…

Enrique Alfaro es uno de ellos desde su campaña a gobernador de 2012, en ese entonces se dijo a favor de la gente de Temacapulín y prometió que no habría reubicación; también prometió en Chapala que no permitirían sacar más agua que la ya aprovechada… Tan sólo como alcalde, el 17 de marzo de 2017 urgió al gobernador a entregar agua de la presa a Guadalajara, y aunque eso implicaba un desplazo de habitantes, dijo que era responsabilidad del actual gobernador.

Ahora como candidato por segunda vuelta, vuelve a prometer lo mismo que hace seis años: no al despojo, sí al agua para Jalisco. También ha planteado acuaféricos para llevar agua del Centro de la ciudad hacia las delegaciones sin conexión al Siapa, como Tesistán. Aquí la pregunta es, ¿agua de dónde, candidato? Si la presa está detenida por la Suprema Corte, los acuíferos sobreexplotados y Chapala limitada.

Miguel Castro también ha repetido las mismas frases, sobre todo en los Altos: el agua será para Jalisco, cuando el gobernador actual a quien dará continuidad en caso de ganar ya ha traicionado esas mismas palabras al justificar en un estudio que dio como resultado que la presa sea a 105 metros.

Carlos Lomelí Bolaños, de Morena, en su arranque de campaña en Poncitlán prometió “recuperar Chapala” y comenzar con el saneamiento del resto de lagos, lagunas y ríos contaminados. Lo mismo ha dicho Miguel Ángel Martínez Espinosa, del PAN, que se ha pronunciado a favor de ya no hacer más estudios, pero sí concretar una obra de abasto. Ninguno de los cuatro descarta apoyar la presa derivadora El Purgatorio y con eso asegurar el flujo del agua a la metrópoli, con agua del río Verde.

Sí, es importante la infraestructura, pero fundamental es garantizar el recurso natural: el agua en suficiencia, igualdad y calidad.

Nadie ha hablado de racionar el agua por persona. La OMS recomienda que el acceso al agua sea de 150 litros por individuo al día, mientras en Jalisco hay quien goza de hasta 300 litros y quien carece totalmente de ésta, o bien, se le surte en ratos o con pésima calidad; ahí está Poncitlán padeciendo graves enfermedades relacionadas con la pésima calidad de su agua.

Nadie ha hablado tampoco de equidad en materia de agua ni de reutilizar la que se sanea, ¿será que la calidad no da ni para usos de riego?

Si los candidatos no lo hacen, los ciudadanos se los debemos exigir en foros y encuentros, ¿cómo van a reducir la brecha de desigualdad en la distribución de agua y a garantizar su suficiencia a la población?

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FV/I