INICIO > OPINION
A-  | A  | A+

Nación Facebook

Cuando no sabes qué es lo que te están vendiendo, probablemente es porque el producto eres tú. Por mucho tiempo hemos evadido reflexionar sobre lo que significa que tengamos servicios de redes sociales como Facebook, Instagram o Twitter sin ningún costo aparente. Pero después del escándalo de la empresa británica Cambridge Analytica queda bastante claro que el negocio de las redes sociales está en la generación de datos sobre sus usuarios.

El problema es que estamos otorgando a estas plataformas una enorme cantidad de información de alto valor. Y la concentración de estos datos es más grave en México, porque Facebook se ha convertido en buena parte de lo que entendemos por Internet: 95 por ciento de los usuarios que acceden a redes sociales en el país lo utiliza, de acuerdo con información de la Asociación de Internet.

Su competidor más cercano es YouTube, con 72 por ciento de las preferencias. Pero hasta ahora, YouTube sigue siendo principalmente una plataforma para difundir videos y no requiere suscripción forzosa. Pero para navegar por Facebook, donde se difunden videos, texto e imágenes de manera pública o privada, además de que se crean páginas para comercializar productos o se generan grupos de trabajo es necesario poseer una cuenta.

Recientemente, en la conferencia anual de Facebook llamada F8, el CEO de la empresa, Mark Zuckerberg anunció los principales proyectos venideros de la red social para expandirse hacia segmentos en donde ahora dominan otras compañías, entre los que se incluyen una plataforma para citas románticas y un ambicioso plan para incursionar en la televisión de realidad aumentada.

Como Facebook es omnipresente, el costo de no pertenecer a él no es sólo emocional o lo que se conoce como el miedo a sentirse excluido y no enterarse de lo que está pasando (FOMO, por sus siglas en inglés), sino que en México Facebook se está volviendo en la principal esfera pública donde se encuentra la información noticiosa, donde los negocios proporcionan servicios de atención al cliente, donde se ven videos, se habla con la familia y los colegas del trabajo o los profesores y los compañeros de la escuela.

Recientemente, un reportaje en el diario estadounidense The New York Times documentó cómo Facebook ha sido un vehículo para la exaltación de la violencia que en algunos casos terribles ha terminado en linchamientos, como sucedió en Sri Lanka donde se construyó una conspiración sobre supuestos ciudadanos musulmanes que estaban promoviendo el odio contra la mayoría budista del país surasiático.

También se mencionó el caso en México del ruso nazi en Cancún, un hombre que fue golpeado por una multitud de personas que se pusieron de acuerdo mediante redes sociales.

Para ser justos, el problema no sólo es Facebook; existen al menos otros cuatro gigantes tecnológicos que avanzan en la carrera por la concentración de servicios y que han conquistado buena parte del mercado en Internet. También habrá que vigilar y analizar su expansión por nuestro país.

[email protected]

JJ/I