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Chivas, la tormenta que se avecina

El Club Guadalajara parece atravesar por la famosa sensación de déja vú, es decir una experiencia ya vivida en el pasado.

Los recientes acontecimientos evocan tiempos pasados, y no solamente de la era de Jorge Vergara sino la de su antecesor Salvador Martínez Garza.

Sin entrar en el terreno de las comparaciones de la idolatría que generó cada uno en su momento, la salida de Rodolfo Pizarro recuerda a lo sucedido con Ramón Ramírez a finales de 1998.

En aquella época terminaba el contrato del ídolo nayarita con Chivas y él quería renovar por cinco años más, lo cual se lo negó la directiva porque ya tenía contemplado iniciar el desmantelamiento del equipo para recuperar la fuerte inversión que había hecho el empresario para armar las Súper Chivas a partir de 1993.

Más que la transferencia, lo que le dolió a la afición fue el club al que enviaron a Ramírez Ceseña, el América, acérrimo rival deportivo del Rebaño.

Si en el pasado la afición le aplaudió a Martínez Garza el conformar un equipo que prácticamente era una selección nacional, el sólo hecho de desprenderse de un personaje tan querido borró todo lo anterior sin importar que había rescatado al equipo de la quiebra económica y que ya estaba apalabrada la venta del equipo a Televisa.

Dos años después de la salida de Ramón, se dio la desbandada rojiblanca junto con Ricardo Ferretti como técnico y comenzó una era oscura recordada como Chivas flacas.

A finales de 2002, Vergara apareció para ofrecer un cambio en la manera de operar al equipo y lo logró, pero también en su proceso dio golpes de timón inesperados al quitar y poner técnicos a los que se agregaban constantes altas y bajas de jugadores que le redituaron sólo en un título de liga en 2006.

Cuando por fin encontró a Matías Almeyda, el técnico con el que se identificó y supo tolerar sus malas rachas la consecuencia fue la salvación del descenso, y la disputa de siete finales de las que ganó cinco.

Vergara ha delegado sus funciones a José Luis Higuera y Francisco Gabriel de Anda, quienes no toleraron la protesta de los jugadores por la falta de pagos en premios, y parece han iniciado una limpia que al empezar de cero anticipa una época tan incierta como las Chivas flacas o como cuando el Rebaño también deambuló por los últimos lugares entre 2012 a 2015.

@ofares72

JJ/I