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Andrea Rey comienza residencia en el Musa

Enfoque. El corazón de su trabajo está en los ombligos y cómo éstos conectan al ser humano con el cosmos. (Foto: Alfonso Hernández)

Esta semana comenzará a trabajar en la sala-taller del Museo de las Artes (Musa) de la Universidad de Guadalajara (UdeG) la artista plástica colombiana Andrea Rey, después de haber paseado por la ciudad y de haber visitado la obra de varios artesanos jaliscienses: sus influencias serán parte del cuerpo de obra que realizará hasta el 28 de junio a la vista de todos los interesados que quieran acercarse a sus procesos.

La obra de la colombiana ha destacado en el ámbito internacional por desdibujar las líneas que dividen al arte de la artesanía, a través del arte textil, en donde ha retomado partes de la artesanía tradicional en países como Brasil.

Al comienzo de esta residencia, Andrea Rey comentó con la prensa que ya proyecta varias piezas, pero que no será sino durante el proceso abierto al público que todo tomará forma. La propuesta de la artista en residencia tiene que ver con un acercamiento al arte textil de la ciudad y explorar la simbología y la materialidad en las piezas de su propio trabajo.

Su trabajo con lo textil desde hace un par de años está involucrado con los ombligos y su relación con la conexión humana con el cosmos que entienden algunas culturas. La residencia, de hecho, se titula Trayectoria ombligo-lunar.

“Esa relación del ombligo con el cosmos, la simbología de su forma, como una marca que queda de tu nacimiento, es la relación que voy a establecer”, contó. “Eso surge a partir de una maestría que realicé en Brasil donde me acerqué a una artesanía llamada encaje de bolillo, ahí trabajé con artesanas que me enseñaron a hacerlo y descubrí de manera más íntima esa relación de la tela con el cuerpo y con la piel”.

Al mismo tiempo, Rey propone un contraste interesante que tiene que ver con las libertades que dio el arte contemporáneo al abrir la posibilidad de las prácticas a casi cualquier material. En su caso, el proceso con el textil, además de lo cálido y sensible del material tiene que ver con el recuerdo de su abuela bordando en las tardes de su infancia.

“Quería que un trabajo tan íntimo y personal pudiera llegar a otro contexto. Estos artesanos que hacen trabajos complicadísimos de esta clase son el punto de anclaje que me interesa. Podría haber llegado a encerrarme a coser y tejer mis objetos, pero está mucho mejor conocer un poco de ustedes a través de la experiencia de los artesanos. En mi experiencia me di cuenta de que esa diferenciación entre artista y artesano es un poco despectiva. A veces parece que los artistas tienen la posibilidad de tener mayor atención pero los procesos creativos son muy interesantes y para nada menores”.

El rojo y los varios blancos de las telas que usa son los únicos materiales puestos ahora en su mesa de trabajo y sin embargo, Andrea Rey está consciente de que, sobre todo por la influencia de la artesanía wixárika que la inspiró y que estará presente en algo tan simple como la elección de colores o algo complejo como la simbología que le enseñan los artesanos.

“Es tan lleno de misticismo, de tantas cosas que me parecen igual o más valioso que muchas de las obras que se exhiben ahora en los museos”, dijo Rey. “Uno debe darse cuenta de la importancia que el otro hace como creador. En mi obra se desdibuja a quién pertenece cada elemento en la sala de exposición y por eso me gusta dejar material visual o en texto de que es un proceso que hace inmersión en otra cultura y que yo lo que hago es una fusión: un encuentro entre el arte contemporáneo y la artesanía”, dijo la artista.

Para saber

El resultado del trabajo que realice Rey en el Musa será expuesto en la misma sala a partir del jueves 28 de junio. Los visitantes podrán conocer a la artista en residencia a partir del 19 de junio de martes a viernes de 10 a 14 horas

JJ/I