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Hace residencia de memoria y experimentación

Activo. Iván Ávila ofrece una exposición, una proyección, un taller y el desarrollo de una serie de piezas en Guadalajara durante varias semanas. (Foto: Alfonso Hernández)

Entre las blancas y altas paredes del Laboratorio Sensorial, hasta al fondo en una mesa llena de carpetas y cuadros y cajas, trabaja el artista visual Iván Ávila en una residencia que comenzó la semana pasada como parte del programa Ex/Lab de la coordinación de artes audiovisuales de la Secretaría de Cultura.

Una exposición, una proyección, un taller y el desarrollo de una serie de piezas forman parte del trabajo que Ávila realizará en Guadalajara durante varias semanas.

Las piezas en las que trabaja, y de las que aún no tiene idea del resultado, Ávila retomará parte de un proceso en el que ha trabajado arduamente durante los últimos años y que fue primero una película hecha a partir de materiales fílmicos familiares recuperados en Zacatecas entre 1930 y 1970, utilizados en un documental y luego en una nueva narrativa de la que tres archivos familiares formaron una sola historia en torno a la memoria y el hipocampo, y cómo se parece tanto a la cámara de cine.

“Cuando tu filmas en una cámara lo que ves se queda en la cámara, pero el negativo también se queda en el hipocampo, entonces de alguna manera en el cine tú estás accediendo al recuerdo de una historia de alguien que a lo mejor ya no existe, es decir ese hipocampo ya no existe, pero la imagen sí. Es como una especie de suplantación”, justificó.

La vida sin memoria parece dulce, como se titula, es uno de los más extensos proyectos en los que ha trabajado recientemente a partir de su vocación de recoger y manipular matrices analógicas, sobre todo del siglo pasado: fotografías antiguas, originales de impresión de cómics de los años 40 y películas rescatadas de archivos fílmicos familiares. En Laboratorio Sensorial, Iván Ávila generará un par de piezas nuevas y una exposición con esos materiales que además se exhibirán a partir de hoy en dicho espacio.

Por otro lado, el edificio del Ex Convento será la sede de una proyección del trabajo de Ávila. Sexto sol es una comisión que Iván Ávila hizo para el Festival Internacional de Cine Contemporáneo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en donde hizo una intervención al archivo de la filmoteca de la universidad pública, específicamente los archivos resguardados de Cine mundial, un antiguo noticiero cinematográfico que pasaban en las películas de dobles programas y que ahora forma parte de una de las ficciones del autor.

“Es la historia de la tercera revolución mexicana y cómo el país queda prácticamente en ruinas, siguiendo con la costumbre que tenemos los mexicanos de agarrarnos a golpes cada cien años”, contó el artista.

Este producto se proyectará en el Ex Convento del Carmen, pero será intervenido musicalmente en vivo proveniente de vinilos originales de música mexicana mezclados por DJ Mortal y DJ Conde Cuchifrito, sincronizando los cambios, mientras el Laboratorio Experimental de Cine intervendrá la imagen con proyectores de 16 milímetros encima, a veces apoyando y a veces en contra del discurso.

Esto sucederá el 24 de mayo a las 20:30 horas como parte de las actividades de ExLab de la Coordinación de Artes Audiovisuales.

Esta veta experimental es parte general del trabajo del artista mexicano. “Parto del proceso de la práctica, parto del proceso de la evolución de un lenguaje personal y tiene que ver con estar constantemente haciéndolo. Después de varios cortos de un mismo tipo me di cuenta de que esas narrativas formales no me van, busqué otra, experimentar, a mí la no linealidad y la ficción era más personal y más mío, con referencias plásticas concretas”, dijo en entrevista.

No fue un accidente, fue el resultado de una disciplina y una constancia totales. “Nadie va a venir a decirte que si quieres dirigir un corto, nadie, eso depende de ti. Tú te lo inventas, implica estar buscando hasta que encuentres el camino”.

Su etapa formativa, más ligada al dibujo y a la pintura, le ayudó a trazar la ruta que seguiría su práctica contemporánea.

“Trato de pensar proyectos y me voy por la parte visual, pero en algún punto tengo que ponerles nombre y estructurar para pensar el presupuesto y la ruta crítica. Es llevar esas dos cosas, esos dos lenguajes, esos dos mundos y tratar de encontrar la mayor expresividad que se pueda. Sé que en algún momento voy a romper un poco, mientras vas contando la anécdota puedes soltar unos hilos que ya no están tan anclados y que pueden liberarte: eso es lo que me gusta en el cine”.

El cineasta también vino a impartir un taller que quiso enfocar mucho más a la experimentación a través del lenguaje cinematográfico, algo que forma parte de su propia práctica desde hace varios años. El artista explicó que quería partir de los conocimientos formales del cine que se enseñan en la escuela y romperlos y cuestionarlos.

“Les dijimos que olvidaran todo lo que ya saben al menos durante estos cuatro días”, comentó. “El cine se enseña en México de una manera muy militarizada, porque tenemos muchas reglas y un lenguaje muy claro. Parte del proceso es dejar que se liberen de eso y traten de generar otro tipo de discurso más visual, más libre, que se permitan jugar con el lenguaje”.

Abrir un espacio para la creatividad fuera de la formalidad de la escuela fue parte del objetivo de este taller relacionado, por supuesto, con las piezas que  desarrolló y que expondrá en el Laboratorio Sensorial. Dejarse ir y pensar el cine desde otra perspectiva.

“Esa experimentación te sirve mucho cuando estructuras el discurso narrativo formal. Cuando regresas a la normalidad, digamos, te sirve mucho haber soltado la mano, te aporta otro punto de vista, ves otras referencias, porque ahora a la distancia como el cine espectáculo ha agarrado más terreno sobre todo en esta última década, parecería que los otros modos de hacer cine no existen, sólo basta dedicarnos un poco a pensar esa parte”.

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FRASE

“Mientras vas contando la anécdota puedes soltar unos hilos que ya no están tan anclados y que pueden liberarte: eso es lo que me gusta en el cine”
Iván Ávila, artista

Dos eventos

A partir de hoy se exhibe La vida sin memoria parece dulce en el Laboratorio Sensorial, y para el jueves habrá una intervención sonora con el apoyo de DJ Mortal y DJ Conde Cuchifrito, en el Ex Convento del Carmen, a las 20:30 horas. Entrada libre

JJ/I