Sala de profes

Es un espacio muy pequeño, tal vez de 18 metros cuadrados, con una televisión vieja (pero vieja es vieja), unos sillones de desecho de alguna otra oficina del mismo centro universitario, diez lockers dobles, un par de mesas de trabajo con sus respectivas sillas, una computadora (vieja y desconectada por cierto), un ventilador todo parchado pero que resuelve en estos días de calor, un horno de microondas (que sirve para todo el personal del departamento) y claro, lo más importante, un abastecedor de agua (fría/caliente y que a veces sufrimos por ésta) con nuestros respectivos insumos para el cafecito con galletas.

Esta es la sala de profes en el Departamento de Ciencias del Movimiento Humano, Educación, Deporte, Recreación y Danza (DCMHEDRD), donde circulan, descansan, bromean (pocos tienen su locker) y finalmente se convierte en un área común donde se platica de todo para todos.

En dicho departamento somos 80 docentes aproximadamente; seguro por dicha sala circulan 50 profes, de los cuales 30 son constantes. Son los formadores de los futuros licenciados en Cultura Física y Deportes.

El área está organizada por el Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad de Guadalajara (STAUdeG) y ahí opera una representación proporcional de la división a la que pertenece el DCMHEDRD.

Aparentemente en ese espacio más físico que político no hay mucho que pelear, sólo que siempre haya agua y los respectivos insumos para café.

Pero ya suenan los tambores de guerra (cambio político del próximo año) y esta vez esa pequeña comunidad de docentes se multiplicó y participó hace unos días nada menos que en cuatro planillas de todos los colores para la elección de comité delegacional y, por consiguiente, del delegado proporcional en nuestro caso. Muy activos los docentes de CFD, lástima que disgregados, pero en dicha área es normal ese tipo de acontecimientos.

Hubo una planilla que tuvo la mayoría de votos de los docentes de dicho departamento, pero como esta elección es la suma de cinco departamentos de nada sirvió tener la superioridad; finalmente esa es la democracia y las reglas de ésta.

La vida académica sigue, pero la lucha por lo que sigue apenas inicia; los profes esperan que en dicho espacio no falte lo básico: el agua y el café para poder seguir hablando de todo, y en eso cabe arreglar el mundo.

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JJ/I