Merl�

2018-06-30 20:21:55

En una entrevista, Héctor Lozano, guionista de la serie catalana Merlí, reconoció que su idea inicial al escribir la serie, que duró tres temporadas, era encarar su homosexualidad y el personaje protagonista, un maestro de filosofía encarnado por el actor Francesc Orella.

Merlí es la historia de un profesor de una vacante en una escuela pública de educación media superior y durante tres temporadas, se convierte en tutor, padre sustituto, psicólogos y fiel de la balanza en la vida de sus alumnos.

La serie fue un fenómeno en España a pesar de estar hablada en catalán (fue producida por la televisión pública catalana). A su llegada a Netflix, fue un boom en Argentina, pero en México dudosamente tendrá un éxito masivo, aunque la serie debe verse al enfrentar en un relato las problemáticas que actualmente sufren los adolescentes: bullying a través de videos virales, drogas, maternidad adolescente, aislamiento, soledad, experimentación sexual, rebeldía, alcoholismo, familias disfuncionales, transexualidad y el fundamental, el rezago educativo.

Merlí lanza una y otra vez críticas a la escuela pública, a la desatención gubernamental de los temas que golpean a los estudiantes, la falta de recursos y el sistema de sanciones por no seguir las reglas, además estalla contra la corrupción.

Un aspecto interesante es que cada capítulo inicia con el tratamiento en clases de las ideas fundamentales de filósofos como Platón, Foucault, Descartes, Nietzsche y Kierkegaard, entre otros, cuyas reflexiones pueden ayudar a resolver la vida, en eso reposa la originalidad de la trama y la aleja del cine universitario estadounidense, por supuesto de La escuelita de Jorge Ortiz de Pinedo, la ingenuidad de El Chavo del Ocho y la vida azucarada de Rebelde, esos referentes tan mexicanos. Es claro, Merlí responde a su tiempo, pero sobre todo a sus circunstancias políticas, la trama se desarrolla en el creciente independentismo catalán al que no rehúyen a pesar de la persecución del actual gobierno español.

Los personajes son entrañables, hay grades dosis de escenas sexuales, Merlí es promiscuo, sus compañeros también, los padres son desatentos a sus hijos y en eso la escuela no ayuda. El final de la tercera y última temporada es trágico. Quien la ve se enfrenta a su propia historia, a su propia filosofía para conducirse en la vida y es lanzado a la reflexión, si se quiere, de cuánto ha fallado el sistema en la formación de los alumnos que termina en un sistema desarticulado y una sociedad a la que le falta alma.

@WhoIsFranco

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