AMLO gan� en 2006� casi

2018-10-08 22:56:00

Debemos desconfiar unos de otros. Es nuestra única defensa contra la traición

Tennessee Williams

Pues ahora resulta que López Obrador sí ganó la elección de 2006. Por lo menos, que por momentos llegó a estar arriba en los conteos. Dicen que el cuento del robo no fue tal y que Calderón sí era un presidente espurio, como tantas veces lo llamó Andrés Manuel. El plantón no fue en vano, y las molestias que sufrimos los habitantes del entonces Distrito Federal no fueron por nada.

Parecería la crónica de una pesadilla, un mal sueño de esos que sumen la panza como si fuera uno cayendo al vacío y que casi nunca se tienen. ¿Cómo que AMLO ganó… quién lo dice, con qué pruebas? Ahora que finalmente sí la ganó y parecía sofocarse la estridencia de las protestas y los reclamos, ¿para qué darle nuevamente cuerda a la inconformidad? Es inexplicable.

Hace 12 años se obtuvieron los resultados más cerrados en una elección presidencial en México. Felipe Calderón la ganó, de acuerdo con el conteo inicial, por menos de medio millón de votos. Tras las impugnaciones presentadas, la ventaja se redujo a poco más de 250 mil; sin embargo, la legislación mexicana da el triunfo a aquel candidato que obtenga más votos que el resto de los aspirantes, aunque sea solo uno, de manera que el triunfo de Calderón fue legítimo.

Cierto es que a lo largo de la jornada electoral la distancia entre los contendientes se mantuvo muy cerrada. El Consejo General del Instituto Federal Electoral (IFE, ahora INE) se mantuvo en sesión permanente durante el día, en especial, a partir del cierre de casillas. Luis Carlos Ugalde, presidente del instituto, salió solamente a decir que la diferencia entre Calderón y López Obrador era tan pequeña que no podía establecerse tendencia alguna. Así nos fuimos a dormir.

Recuerdo que los reporteros, periodistas y comunicadores que nos encontrábamos en las instalaciones del IFE buscábamos, desesperados, información que permitiera establecer el estado del conteo rápido, saber quién aventajaba en la elección; sin embargo, la contienda era tan cerrada que ningún funcionario del instituto pudo decir nada al respecto, a pesar de la insistencia.

Confirmación

Las casas encuestadoras serias tampoco pudieron clarificar las cosas. Aunque no faltó algún encuestador que se aventara a pronosticar ganador ni comunicador que le hiciera el juego, aunque la indiscreción posteriormente les costara el descrédito. Las empresas más serias y confiables mantendrían el silencio ante la mínima diferencia que mostraban los sondeos. Ninguno confirmó hacia dónde apuntaban las preferencias.

Cojera

Roberto Madrazo fue otro contendiente en aquella elección, aunque nunca tuvo posibilidades de ganarla. En su carrera fue dejando muchos muertos al lado del camino, dicen quienes lo sufrieron que tiene una larga cadena de traiciones en su haber. Se había enemistado con la maestra Elba Esther Gordillo quien, dicen las malas lenguas, fue la que le organizó aquella famosa campaña que decía: “¿y tú le crees a Roberto Madrazo?... Yo tampoco”. De forma que es raro que alguien no sepa de qué pie cojea.

Guaraches

Madrazo no da paso sin guarache. Él es como es y, como dijo William Faulkner, se puede confiar en las malas personas, no cambian jamás. De manera que ahora que sale a declarar –a 12 años de distancia– que en sus actas habría ganado López Obrador sólo cabe preguntarse qué lo motiva. El político tabasqueño debe tener, sin duda, poderosas razones para halagar a su otrora acérrimo adversario –si no es que hasta enemigo–, contra quien se enfrentó, entre otras cosas, por la gubernatura de su estado, además de la Presidencia en 2006. ¿Qué quiere obtener de AMLO?, con el tiempo saldrá a la luz.

@BenitoMArteaga

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JJ/I

 
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