El sospechoso baile de los imitadores

Anthem of the peaceful army

Greta Van Fleet

Para un primer disco, imitar a Led Zeppelin sonaba curioso, sobre todo en una banda integrada por músicos tan jóvenes, pero mantener la descarada copia del estilo zeppeliniano, eleva la sospecha que Greta Van Fleet podría no ser la banda inspirada que rescatará al rock clásico, sino un vil producto de una disquera. Cualquier amante de la banda inglesa reconocerá los redobles de Mountain of the sun o la pausa de The cold wind y ese estilo acústico de You’re the one, son sustraídos, robados. El tema de apertura Age of man suena al ochentero grupo Boston. Algo huele mal. #LadronesOInspirados

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Natural rebel

Richard Ashcroft

Un nuevo disco de Richard Ashcroft dejó de ser un acontecimiento hace mucho, se entiende cuando se escucha un disco al que se le encuentra el único propósito de sonar a cuanto músico estadounidense conoce: Se asoma Jeff Lyne en Surprised by the Joy, Birds fly tiene la nostalgia de Roy Orbison, pero abunda la influencia de Tom Petty (Tha’ts then I feel it, All my dreams) y no es malo, son referentes, pero suena viejo, trasnochado y ¿dónde está Richard? Perdido. Parece que este tiempo de reciclaje es lo que viene, qué triste. #YAlgoOrinigalNoTienes

CALIFICACION: BAJO TU RIESGO

Borregos en la niebla

La Gusana Ciega

La Gusana Ciega supo reinventarse para agradar a públicos nuevos, pero hay algo que suena forzado, su estilo de pop rock ochentero que parece trazado como límite de las canciones (es obvio en Amantes modernos y Un poquito más), les quita espontaneidad, aunque resultan adictivas sus melodías. Dieron al clavo para sobrevivir, hicieron un disco redondo, pegajoso con sus destellos: el solo de guitarra en Rock and Roll, la letra de Pasiflorine es interesante y más cuando interviene Daniela Spalla. Borregos en la Niebla II es interesante, aunque hay demasiados teclados. Ya en su conjunto, bueno. #BorregosDePeluche

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Forever neverland

MØ

Pocas, muy pocas obras del pop resultan gratificantes hoy en día. Los cantantes poperos mexicanos deberían entender que hay más cosas que los sonidos urbanos y deberían aprender de MØ, conocida por ser sus colaboraciones con Major Lazer, quien hace música bailable, no para el dance floor, sino más festivalera, aunque Mercy la acerca a Lorde, al igual que Nostalgia. Red wine tiene la pausa urbana, pero es otra cosa y la reflexiva Trying to be good nos enreda en un pop alternativo de este siglo, ese que no harán nunca los reguetoneros. #MordidaAlosOídos

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SENCILLOS

Déjala ir

Bengala

Bengala se desintegró o entró en una pausa en 2012. De repente apareció en un festival y también de forma sorpresiva lanzó esta canción, Déjala ir, un poco cursi respecto a olvidar a un mal amor, aunque es una declaración de amistad que invita a alguien a no perderse en el alcohol o las drogas por la decepción. Hay un sonido renovado, teclados discretos, pero un sonido sólido donde destaca la voz de Diego Suárez que parece pedir urgentemente atención. #BuenRegreso

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@tuamigoFranco

da/i