Sistema Jalisciense, �medios para la refundaci�n?

2018-10-23 23:06:36

Recientemente la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi) capítulo Jalisco solicitó al gobernador electo Enrique Alfaro un mayor impulso a la libertad de expresión, iniciativas de protección a los periodistas y garantizar el derecho a la información.

De igual forma, en el cuerpo de la carta se pronuncia por nombrar al director del Sistema Jalisciense de Radio y Televisión a una persona con experiencia reconocida en medios de comunicación, y que se reforme la ley orgánica del sistema para que sea autónomo y sea un medio comunicativo y cultural verdaderamente público.

La “radio y la televisión pública”, por definición y por naturaleza, deben ser de todos. Es inadmisible que se destine a reflejar los puntos de vista de una fracción determinada del espectro social o político. No se puede confundir el interés cultural o educativo con el transitorio interés político del gobierno en turno.

La Ley Orgánica del Sistema Jalisciense de Radio y Televisión (SJRTV) establece en el artículo 13 el perfil del director general: “Contar con título profesional preferentemente en el ramo de la comunicación o las telecomunicaciones, o acreditar experiencia en las mismas al momento de su designación”.

Los principales desafíos para el próximo encargado del sistema jalisciense, ya sea que provenga de instituciones afines como el grupo de la Universidad de Guadalajara o del área de las redes sociales del Movimiento Ciudadano o del proyecto de Cultura, son los siguientes:

Tomar las banderas de los ciudadanos y de las organizaciones que desean un verdadero medio público, que garantice el acceso a la cultura y a la información que construya ciudadanía. Pintar la raya con el poder y no conformar ningún grupo de personas cercanas a políticos.

Fortalecer el área de noticias, desde la perspectiva del periodismo por la paz, y darle juego al consejo consultivo, como lo establece la ley orgánica, para que proponga programas que fomenten el desarrollo cultural en su sentido más amplio, democrático, participativo y plural.

Recuperar los lenguajes propios de la radio y la televisión, revisando el concepto multiplataforma para darle la voz a la gente, y abrir el diálogo con las asociaciones interesadas en los derechos humanos, por ejemplo, los que atienden migrantes o desaparecidos.

Darle voz a las audiencias, no sólo con diagnósticos y estudios, sino con opiniones en voz y a cuadro, para lograr la identidad con “su canal cultural”. Es necesario seguir insistiendo en una programación de calidad tendiente a la formación de nuevos públicos, en especial en programación destinada a niños y adolescentes.

Si el nuevo director es sensible a la cultura y opera políticamente con vocación de construcción de ciudadanía logrará un caudal político importante en el nuevo escenario de refundación, donde los ciudadanos reclaman mensajes e informaciones de naturaleza cultural que contribuyan de manera notoria a su formación educativa e intelectual.

El sistema jalisciense, en radio, debe contar con una franja de al menos tres horas diarias de programación de calidad para niños, niñas y adolescentes, compuesta en 60 por ciento por programación de producción nacional que incluya lo local y 40 por ciento por programas provenientes de distintos países del mundo.

Se tendrá que hacer frente a las presiones políticas que apuntan a que el sistema jalisciense sea un medio del estado y no de los ciudadanos; es deseable que, en este nuevo gobierno, el sistema y su director respondan con un cambio de rumbo, y que su mensaje cultural y noticioso esté destinado, sin exclusiones, al conjunto de la sociedad jalisciense, y a todas la regiones de la entidad, no sólo al área metropolitana de Guadalajara.

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