Alfaro: traje a la medida

2018-11-07 23:17:39

A 27 días de ver cristalizado quizás uno de sus más grandes sueños y asumir la gubernatura sin ser militante de ningún partido político, pero cobijado por las siglas de Movimiento Ciudadano, Enrique Alfaro Ramírez quiere que se le confeccione un traje a la medida que le permita arrancar la polémica refundación de Jalisco.

Para ello ha dado instrucciones a sus 14 sastres legislativos que en el Congreso del Estado ya comenzaron a confeccionar lo que a partir del 6 de diciembre será una nueva forma de gobernar el estado. Ésta podría ser la segunda gran sacudida de la estructura del gobierno, cuyos resultados, por supuesto, están en veremos.

La primera sacudida fue al inicio del hoy casi extinto gobierno de Aristóteles Sandoval con la fusión de la estructura en materia de seguridad pública que, reconocido por propios y extraños, fue un gran fracaso y hoy todos padecemos las consecuencias: un estado fallido en la materia, con algunas excepciones.

Curiosamente, en el primer gobierno panista que encabezó Alberto Cárdenas Jiménez no se registraron grandes modificaciones a la estructura gubernamental y casi todo siguió igual que como se la entregó el gobierno priísta de Carlos Rivera Aceves que le antecedió y que prácticamente fue como funcionó a lo largo de las más de siete décadas del PRI en el poder. La gran novedad en ese gobierno cardenista fue más bien el perfil de los nuevos integrantes del gabinete: empresarios y académicos, pocos políticos.

Con cuatro coordinaciones y un secretario general de Gobierno responsables de atender los problemas antes de que él tenga que intervenir –lo que le permitiría evadir lo más posible cualquier desgaste a su persona–, Alfaro Ramírez coloca también a la fracción legislativa del partido Movimiento Ciudadano –que desde el 5 de diciembre comandará a nivel nacional uno de sus hombres más cercanos, el senador Clemente Castañeda– como su brazo ejecutor, a través de las reformas y los ajustes a las leyes existentes, del modelo que requiere para comenzar, reitero, la prometida refundación de Jalisco.

Sin embargo, el camino para la refundación no está exento de obstáculos y tropiezos, como es el caso de la oposición a la desaparición del Instituto Jalisciense de la Mujer, que cada día crece más. Sin duda esta oposición y las protestas de grupos de mujeres y otras organizaciones civiles y no gubernamentales, por un lado, no se la esperaba el gobernador electo y, por el otro, es muestra de que la creación de esta OPD y el trabajo que ha realizado a favor de las mujeres son para aplaudirse. Sin duda que quienes se oponen a que se modifique la figura de este instituto no darán su brazo a torcer y podría ser el primer tropiezo alfarista antes de llegar al poder.

Pero hay otro tema por demás polémico: la iniciativa de la fugaz diputada Patricia Martínez Barba –quien solicitó licencia el mismo día que rindió protesta, pues será parte del gabinete alfarista como coordinadora de gestión de territorio–, para acotar la participación ciudadana en las consultas sobre los planes de desarrollo urbano, lo que ha generado también ya la oposición de organizaciones ciudadanas.

No obstante su origen como activista, Martínez Barba hoy pretende reducir al mínimo la participación ciudadana en este tema, lo que por supuesto se interpreta no sólo como una traición a su origen, sino también que dicha iniciativa responde al deseo del mandatario electo de tener los menos obstáculos posibles a sus proyectos; en una palabra, se interpreta como que hoy los ciudadanos parecen ser un estorbo para el próximo gobierno.

Hay otros obstáculos en el panorama alfarista, pero la duda hoy es: ¿lograrán los sastres legislativos confeccionar el traje a la medida que requiere el próximo inquilino de Casa Jalisco?

ES TODO, nos leeremos ENTRE SEMANA.

JJ/I

 
Derechos reservados ® ntrguadalajara.com