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Foto: AP
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El presidente argentino, Mauricio Macri, anunció que el Congreso debatirá este mes un proyecto de ley para combatir la violencia de las 'barras bravas' del futbol, tras los incidentes que obligaron a suspender el partido de vuelta final entre River y Boca por la Copa Libertadores.
"Vamos a poder, tras los bochornosos eventos de hace 10 días, impulsar una nueva ley para tratar de ponerle definitivamente un límite a la violencia de las 'barras' en el futbol", dijo en rueda de prensa en la casa de Gobierno.
Macri admitió que "fueron días duros" los que se vivieron a causa del ataque a pedradas contra el autobús con el plantel de Boca en camino al estadio Monumental el 24 de noviembre. Varios jugadores sufrieron lesiones y el encuentro tuvo que ser suspendido.
El mandatario llamó a "una profunda reflexión", al enfocarse en este escándalo a pesar de que la conferencia fue convocada como balance de la cumbre del G-20 celebrada este fin de semana en Buenos Aires.
"Nunca hubo tanto nivel de atención en Argentina", dijo a modo de resumen de la cumbre. También señaló que ha sentido el respaldo de los líderes mundiales "para el rumbo correcto que tomó" el gobierno, pese a problemas no resueltos como "bajar la inflación", que rondará este año el 45%, según consultoras privadas.
Pero al comentar los hechos, dijo que le parecía "mucho peor que unos violentos que tiran piedras son los violentos que escupen a otra persona que tienen al lado".
"Lo que le pasó a las autoridades internacionales (entre ellos el presidente de la FIFA, Gianni Infantino) escupidos en el ingreso a la confitería de River me parece más grave que lo que pasó en la calle, porque eso denota una degradación", criticó.
La Conmebol le quitó a River la condición de local y decidió que el partido se juegue el domingo 9 en el Santiago Bernabéu de Madrid, tras considerar que en Argentina no hay garantías de seguridad. El partido de ida había finalizado 2-2 en el estadio boquense la Bombonera.
La agresión a los dirigentes, según Macri, "tuvo mucho más que ver en la decisión de castigarnos y no tener la final", del superclásico, la más importante de todos los tiempos.
"No puede volver a pasar que autoridades internacionales nos digan que no se puede jugar en nuestro país", subrayó Macri.
La reacción de los hinchas, los medios y los futbolistas en Argentina fue expresar en los últimos días su "indignación, vergüenza, humillación y despojo" por el traslado al otro lado del Océano de la superfinal.
En las redes sociales rebautizaron la Copa Libertadores de América como Copa Conquistadores de América, en alusión a la colonización española.
EG
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