Denuncian insensibilidad al giro cultural

2019-02-24 22:16:56

(Foto: Especial)

Todos saben que los trámites para obtener una licencia de cualquier giro son engorrosos y a veces eternos. Aunque Guadalajara, y en general la Zona Metropolitana, cuenta con algunas herramientas digitales para facilitar algunos de estos trámites, los requisitos y el tiempo y dinero invertido en ellos son complicados todavía. Esto y la falta de conocimiento respecto a la función y la importancia de los centros culturales como tal, forman parte del calvario de quienes quieren dedicar sus espacios a las expresiones artísticas.

Hace cuatro años y medio que Casa Musa abrió en Guadalajara como una medida alternativa que Javier Romero y Gema Aceves tuvieron que tomar en un periodo de desempleo; ambos, amantes de la cultura y del talento local que se está desarrollando en la ciudad, no sabían el lío en el que se estaban metiendo.

“Es complejo, afortunadamente en el ayuntamiento de Guadalajara ya existe la figura de Centro Artístico y Cultural, antes tenías que arreglártelas con una licencia de alimentos y bebidas; con esta figura tenemos muchas ventajas en cuanto a los eventos, te permite presentar artes escénicas y te permite la compra y venta de obras de arte y artesanías siempre y cuando se respeten los derechos de autor”, contó Javier en entrevista.

Entre otras ventajas de este modelo de licencias, está el permiso para cobrar entradas o boletos. La desventaja es que, como permite la venta de alcohol, es una licencia tipo C, como si fuera un bar prácticamente. “El reglamento se vuelve más riguroso para permitirte continuar con el permiso”.

“Te desanimas un poco, porque éste es el reflejo de que la cultura no es del todo una fuente de dinero como otros negocios, empezamos con la ilusión de hacerle algún bien a nuestra comunidad, pero también a los artistas que buscan foros como estos que han ido desapareciendo en la ciudad”.

La parte más compleja del trámite es, explicó Javier, el certificado de análisis de riesgo de protección civil que tiene que presentar y que el ayuntamiento recomienda hacer con cierto tipo de empresas.

“Se requiere que tengas un experto en cada detalle, pero entendemos que son dificultades que enfrenta cada negocio. Sí hay algunas legislaciones que honestamente no entiendo a quién o en qué ayuda que nosotros tengamos”, declaró.

Más restricciones

El calvario no termina con la licencia y continúa con la resistencia de cierto sector de la sociedad a entender la cultura como un factor positivo para la comunidad.

“En nuestro caso, tenemos cerca un edificio de departamentos que forma parte de la Cruzada contra el ruido en Guadalajara, hay un sensor que lee el nivel de decibeles. El nivel que se permite es de alrededor de 50 decibeles, que puede provocar la lluvia o un avión que pasa, tenemos algunos problemas, pero nunca hemos roto el reglamento de nuestro giro y de las horas permitidas para los espectáculos; además, nuestro giro es más acústico, tratamos de que los eventos terminen temprano para tener contentos a los vecinos”.

Pese a ello, detalló que en más de una ocasión han sido denunciados, llegan inspectores y buscan “los pequeños detalles para cobrarte multas carísimas. El año pasado hubo varios operativos contra bares, nos tocó que nos clausuraron varias semanas por un extintor que se nos venció. Fue un calvario para volver a abrir”.

Además hay inseguridad. En Casa Musa han sufrido alrededor de cuatro atracos en donde han tenido varias pérdidas materiales que dificultan sus actividades, y debido a ello tienen que asumir el costo de seguridad privada.

Solo restricciones

Para Karla Alejandra Rodríguez, directora del centro Cronopios, la principal dificultad es la falta de conocimiento, tanto del público como de las autoridades y dependencias públicas, sobre el concepto de lo que hace un Centro Artístico y Cultural.

“Es un trabajo de tiempo completo basado en el amor al arte. Es un espacio difícil de mantener, porque a pesar de que tenemos una cafetería con la que mantenemos un poco de ingreso. No hay recursos en las secretarías de cultura destinados a los centros culturales, eso lo hace todo más complicado”.

Algunos centros culturales han tenido que cerrar por estas dificultades, estos son los casos del Centro Cultural Malasangre, Preludio Café o el Denker Café Foro, que no forman parte de la oferta cultural de la ciudad ya.

Las licencias y los estados de cuenta para Karla no representan el espíritu y la identidad de un lugar que para los inspectores es como un bar más. “Estos son proyectos que involucran a muchos agentes que proponen cultura y arte, la licencia debería ser un poco más accesible y los oídos un poco más dispuestos a escuchar nuestras propuestas. Para nosotros fue un proceso pesado, empezamos en febrero y nos dieron la licencia en mayo, nos trataron bien en los mostradores, pero es un proceso sin personalización, sin sensibilidad. Parecía que no iba a suceder en un principio”.

El tope de decibeles para ella es un tema gracioso, ejemplar sobre la falta de sensibilidad de las autoridades, “por ser un centro cultural yo tengo un tope, aunque para el antro que estaba aquí antes que nosotros era el doble. ¿Por qué nosotros tenemos más restricciones? Restricciones de aforo, hay detalles que podrían mejorar en cuanto al proceso y a la sensibilidad de las necesidades de un centro cultural”.

Reportan inactividad

En entrevista con este medio y sobre el giro Centro artístico y cultural, el titular de la dirección de Padrón y Licencias de Guadalajara Dagoberto Calderón Leal comentó que lo que reza el reglamento es que este permiso es para la exposición y presentación de diversas expresiones artísticas y culturales, así como la realización de actividades que tengan como objeto cultivar y promover el arte y la cultura en el ciudadano, en donde pueda existir un área determinada para restaurante y cafetería en donde puede haber consumo de cerveza y vinos de baja gradación.

Sobre la renovación de las licencias en 2018 contó que en su administración hicieron “una depuración en 2017 de algunas licencias que existían, no solo en este giro, que estaban inactivas al momento, de las que existían este 2018 solo se renovaron 36. Identificamos de algunos espacios de estos cuando hicimos las visitas para dar de baja administrativa vimos que en algunas habían licencias de otros giros en los mismos lugares”.

Había 112 licencias hasta el año pasado, después de la depuración en 2017 quedaron vigentes 56 de las que solo se refrendaron 36 en 2018. De las otras 20 licencias no tienen certeza de lo que pasa con los centros.

Sobre la falta de sensibilidad respecto a este tipo de licencias y sus requisitos, dijo que no es competencia de la dirección y que el trámite es pesado por tratarse de una licencia de tipo C por la venta de alcohol y el impacto social medio, en el que está considerada.

En números

  • En Guadalajara la licencia para el giro de Centro Artístico y Cultural cuesta 6 mil 426 pesos, refrendarla cuesta lo mismo cada año
  • El giro comercial para Centros Artísticos y Culturales se estableció desde 2008
  • Hasta finales de 2015 existían en Guadalajara 50 licencias vigentes para el giro de Centro Artístico y Cultural
  • Una licencia municipal para iniciar el trámite de cualquier giro necesita alrededor de 25 documentos oficiales
  • Tramitar una licencia de este tipo, según el ayuntamiento, dura 30 días hábiles, aunque hay gestores que han registrado hasta cuatro meses
  • Las licencias tipo B y C son las únicas que no se pueden realizar vía internet con la plataforma Visor Urbano que lanzó el ayuntamiento en 2018

REQUISITOS

Los pasos a seguir para pedir una licencia de Centro Artístico y cultural son los mismos que para abrir un bar. El interesado deberá acudir a la Dirección de Padrón y Licencias, consultar uso de suelo, llenar solicitud y acompañar la documentación requerida con:

1. Contrato

2. Identificación

3. Poder Notarial

4. Constancia de no antecedentes penales

5. Ubicación. Previamente al iniciar los trámites para solicitar una licencia, el interesado deberá de solicitar a la Dirección de Padrón y Licencias que coteje la compatibilidad de Uso de Suelo.

6. Acta constitutiva de la empresa que solicita la licencia.

7. Tres fotografías del local a color (no fotos de buscadores de internet): una panorámica de la fachada completa, abarcando las construcciones de la derecha, la izquierda y la banqueta; otra del mismo ángulo con la puerta o cortina abierta donde se aprecie el número oficial y otra del interior del local tomada desde el ingreso al mismo

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FRASES

“La gente se gasta su dinero en cerveza y no en cultura. No es tan fácil emprender un reto como éste, falta difusión para este tipo de lugares. No es un negocio para hacerse rico rápidamente, se requiere muchísimo. No vamos a poner edecanes en la entrada ni vender cerveza barata, lo hacemos por amor al arte”.

Javier Romero

“Es un trabajo de tiempo completo basado en el amor al arte. Es un espacio difícil de mantener, porque a pesar de que tenemos una cafetería con la que mantenemos un poco de ingreso. No hay recursos en las secretarías de cultura destinados a los centros culturales, eso lo hace todo más complicado”

Karla Alejandra Rodríguez

JJ/I

 
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