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(Fotos: Jorge Alberto Mendoza)
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Algunos llevan bastón, y otros sólo un poco de agua. Muchos se sientan a descansar durante algunos minutos por la fatiga, por el Sol, por el paso de los elementos naturales. Pero siempre, por más cansancio, hambre y sed que se tenga, los peregrinos llegan a su destino, a visitar a sus dioses, a agradecer por los favores recibidos.
JJ
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