At�pica es para voces literarias emergentes

2019-05-14 22:20:40

Apoyo. Ada Cabrales y Cecilia Maga�a lanzaron su propio sello con el fin de dar oportunidad a j�venes talentos en la escritura. (Foto: Grisel Pajarito)

En un arranque de amor por los libros, pero también un poco de escepticismo por los proyectos editoriales comerciales en México y en Jalisco, las escritoras Ada Cabrales y Cecilia Magaña decidieron fundar su propia editorial. La lógica, una vez que charlaron con algunas copas de vino de por medio, fue sencilla: “Queríamos hacer los libros que se nos antojaran. Eso nos preguntamos, ¿qué se nos antoja?”, explicó Magaña.

Lo que se les antoja es lo mismo que muchos escritores emergentes en la ciudad están buscando: una editorial que provea lo mínimo indispensable para hacer buenos libros –calidad, corrección y compromiso editorial–, pero que también esté dispuesta a publicar a las voces emergentes con las que ellas mismas han trabajado a través de los múltiples talleres literarios que comparten.

Las fundadoras de este proyecto comentaron en entrevista con NTR que después de discutir entre varios creadores emergentes sobre sus opciones para acercarse a un sello consolidado, y platicar sobre las dificultades y los rechazos que reciben los escritores que no cuentan ya con una publicación, decidieron reunir sus talentos y habilidades que ya tenían a la mano y crear Atípica.

“Muchas veces los proyectos no se materializan porque siempre estamos a expensas de que otros decidan actuar y en el mercado editorial eso pasa muy rara vez”, dijo Cecilia Magaña. “Pasa como en todo el mundo laboral, para publicarte te piden que hayas publicado algo antes, pero ellos no te dan esa primera oportunidad; después de platicar con los miembros de esos otro talleres nos dimos cuenta de que el talento está ahí a la mano, tenemos diseñadores, publicistas, correctores, programadores, así que decidimos tomarlo en nuestras manos y hacerlo”.

No ha sido fácil encontrar los fondos y el apoyo para realizar un trabajo de más de un año para resolver dificultades que ni siquiera se imaginaron que tendrían que resolver. “Solo sabíamos que queríamos hacer las cosas diferentes en términos de edición y publicación, estar cerca de los autores que sabemos que vale la pena leer y que nos entusiasma su forma de contar historias… ni siquiera sabemos cuánto va a durar, pero eso tampoco nos quita la emoción de algo que sabemos que tenemos que hacer”, dijo Ada Cabrales por su parte.

Ahora mismo las editoriales, incluso las independientes no se preocupan por agregar nuevos valores a sus catálogos y las comerciales pocas veces se arriesgan a tomar ese paso. Ahí es donde el nombre de Atípica cobra sentido porque se contrapone a las editoriales que no incluyen paridad de género, tipos de textos complejos de introducir en el mercado como el cuento o el microcuento, incluso la narrativa gráfica.

“No tenemos reglas estrictas o excluyentes, por ahora queremos conocer y curiosear con las posibilidades editoriales que descubrimos”, contó Magaña.

Por ahora las editoras no se enfocarán en engrosar su catálogo en número y no han decidido todavía establecer una convocatoria para la recepción de manuscritos. Este año publicarán ocho libros de un tiraje y extensión breve, como una carta de presentación y de intenciones hacia los lectores tapatíos.

“De alguna manera fue fácil decidir con qué comenzar porque ya habíamos trabajado con los textos de los autores durante casi tres años, así que el material a trabajar ya estaba hecho”, contó Cabrales.

Tampoco están buscando de principio que este sea un negocio altamente remunerado, sino que apenas alcance a restituir la inversión inicial que realizaron las dos autoras con sus ahorros.

Para sus publicaciones futuras no han cerrado las puertas a otras vertientes de la literatura y con otros autores con los que quieran trabajar, para 2020 proyectan publicar una serie de libros de artista de al menos dos autores. Esa libertad la da el querer publicar los libros que les entusiasma leer y editar sigue la misma premisa: “¿Qué se nos antoja?”.

LAS NOVEDADES

Las tres primeras publicaciones de Atípica están hiladas por la oscuridad y el misterio. En esta primera colección se publican sobre todo narrativas breves. De los tres títulos dos son escritos por mujeres.

Por un lado se encuentra Del cuello para abajo, de Adriana Haro, una serie de cuentos que no pasan cada uno de dos o tres páginas en el que el tema principal es el cuerpo que a veces decide irse, o a veces se extraña o tiene sabores. Alejandro Paniagua en el forro del libro describe estos cuentos como fenómenos literarios.

Después está el libro que escribió la propia Ada Cabrales, Lo que nadie está buscando una serie de cuentos que según describió la misma autora están tocados por el pecado y la culpa, pero sobre todo el conflicto algo con lo que está fascinada sobre todo porque se presentará sin duda hasta en las más bonitas y maduras historias de amor.

Finalmente está Oscuranda de Sergio Yalú, plagado de suspenso y de escenas que a ratos parecen apocalípticas. Paniagua describió este tomo de textos señalando que “construye mundos sólidos, que parecen tener vida, mundos de verdad atrayentes, erigidos todos con destreza literaria”.

“Pasa como en todo el mundo laboral, para publicarte te piden que hayas publicado algo antes, pero ellos no te dan esa primera oportunidad”

Cecilia Magaña, escritora

PRESENTACIÓN

La presentación al público de estos primeros tomos será el 21 de mayo a las 19:30 horas en Palíndromo.La entrada es libre y se contará con la presencia de los tres autores. Cada uno de los títulos cuenta con un tiraje limitado que podrán adquirirse en pocos puntos de venta. También se pueden conseguir en la web http://atipicaeditorial.com/

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