L�nea 4: capricho �naranja�

2019-05-26 23:04:43

¿Qué vale más: la realidad o una promesa de campaña? ¿Qué importa más: el capricho de un gobernante o el beneficio real de los ciudadanos? Lo anterior viene a cuento por las voces y manos que precipitadamente alabaron y aplaudieron al gobernador Enrique Alfaro cuando el jueves anunció textualmente que “luego de 10 años luchando por lograr la línea 4 (…), ya se logró el registro del proyecto en Hacienda”. En la pasada entrega revelamos que era inexacto, pues lo que apenas se registró fueron los Estudios y Proyectos de Pre-Inversión Línea 4 Tren Ligero Guadalajara.

Mientras la inseguridad pública sigue galopante en Jalisco, los homicidios siguen aumentando cada 24 horas, la aparición de fosas clandestinas es un día sí y el otro también, y cada vez aparecen más casas con personas secuestradas o retenidas en contra de su voluntad, y que conocemos gracias a que alguno de los ahí retenidos logró escapar y no a una labor de inteligencia de nuestras autoridades, Alfaro Ramírez hace grandes esfuerzos por desviar la atención o levantar cortinas de humo, ya sea proponiendo que prohibirá la pelea de gallos en las Fiestas de Octubre o despertando falsas expectativas a los habitantes de Tlajomulco de que pronto tendrán una línea del Tren Ligero.

Hasta la fecha no existe estudio alguno que demuestre que abrir una nueva línea a Tlajomulco es viable y costeable; por lo tanto, ¿con fundamento en qué se anuncia y se hace creer a la ciudadanía que las obras de su construcción se iniciarán en 2020, luego de que se concluya y se entregue la Línea 3, creyendo que se garantiza su realización por el simple hecho de haber registrado un estudio y proyecto de preinversión?

Durante la administración estatal encabezada por Emilio González Márquez, concretamente en 2009, se gastaron 31 millones de pesos en estudios para conocer la viabilidad de realizar el trazo de una línea del Tren Ligero a Tlajomulco y el resultado fue categórico: no es viable, factible ni costeable. Y los estudios se archivaron y ni siquiera el proyecto fue registrado en Hacienda.

En septiembre de 2013, cuando se discutía cuál debería ser el trazo de la Línea 3, y ante la insistencia de los alfaristas de que fuera hacia Tlajomulco, mientras el gobierno de Aristóteles Sandoval defendía el trazo Zapopan-Guadalajara-Tlaquepaque, como finalmente quedó, en rueda de prensa se dio a conocer el estudio realizado por González Márquez y las razones por las que no fue registrado en Hacienda y se envió al archivo. El resultado de dicho estudio, revelado por el entonces Fideicomiso para el Desarrollo Urbano de Jalisco (Fideur), fue:

1. Preveía utilizar 8 kilómetros de vía concesionados a Ferrocarriles Nacionales, pero esta empresa no dio su visto bueno. 2. Contemplaba el uso del derecho de vía de 4.2 kilómetros del Canal del Sur, pero no fue validado por el Siapa. 3. La Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable no aprobó el estudio de impacto ambiental. 4. La Secretaría de Vialidad y Transporte no autorizó la viabilidad, pese al estudio de ingeniería vial del proyecto con base en los propios lineamientos de la dependencia. 5. El estudio de demanda y tráfico arrojó afluencias muy bajas, pues la vía a Colima (Tlajomulco) es del orden de 36 mil pasajeros.

¿Qué hace creer que esa realidad que arrojó el estudio elaborado por el gobierno de Emilio González y que decidió archivarlo es diferente cuando cientos, por no decir miles, de casas están inhabitadas en Tlajomulco ahora?

¿Por qué encapricharse con un Tren Ligero y no operar un Macrobús, como propuso el Consejo de Cámaras Industriales en octubre?

ES TODO, nos leeremos ENTRE SEMANA.

JJ/I

 
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