333 a�os de los Principia

2019-06-01 20:22:23

El Consejo se reunió el 2 de junio, cuando estaban muy lejos de adoptar los deseos de la junta general. En efecto, ordenaron que “el libro del señor Newton sea impreso”.   

Stephen Peter Rigaud; Historical essay on the first publication of Sir Isaac Newton's Principia, University Press, Oxford UK (1838), p. 32  

                

La consolidación de la ciencia moderna, cuyo inicio podemos datar con la publicación del libro de Copérnico en que trata de los orbes celestes y el Sol como centro del “sistema del mundo”(1543) habría de esperar poco más de una centuria, cuando –a decir de muchos científicos e historiadores de la ciencia– el genio científico más grande de todos los tiempos, sir Isaac Newton (1642/3-1727), concreta la gran síntesis del conocimiento físico de su época en su libro Philosophiae Naturalis Principia Mathematica (Los principios matemáticos de la filosofía natural), simplemente conocido como los Principia.

Más allá de la hipotética cuan legendaria manzana de la huerta familiar en la que el sabio de Albión se resguardó de la peste negra, en lo que fue un muy productivo retiro, une en la formulación de la gravitación la física terrestre con la del cosmos mismo, así la fuerza responsable de la caída de la manzana es la misma que hace caer a la Luna de manera continuada hacia la Tierra y éstos dos cuerpos celestes a su vez hacia el Sol.

El Savilian Professor of Astronomy (cátedra establecida en 1619 en University of Oxford) Stephen Peter Rigaud (1774-1839) rescata en su ensayo las peripecias en torno a la publicación de la magna obra newtoniana, y de las minutas de la Royal Society de Londres nos hace saber que, acordada la publicación del libro el 2 de junio de 1686, el célebre astrónomo Sir Edmund Halley (1656-1742) “se encargará del negocio de cuidarlo, e imprimirlo a su cargo, a lo que se comprometió a hacer” (Op. Cit.); el antecedente del libro fue De Mundi Systemate, obra que por cierto fue leída y enseñada por el borlado en la Nacional Universidad de Guadalajara, presbítero Agustín de la Rosa y Serrano en el Seminario Conciliar Tridentino del señor San José además de la Omnia Optica del nacido en Woolsthorpe, a raíz de lo cual publicó sus propias Lecciones de Óptica (Guadalajara, 1859).

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