Faviola: �aliada del alfarismo?

Con un solo regidor en el Ayuntamiento de Guadalajara –Miguel Zárate Hernández–, la nueva dirigente del PAN en la capital, Faviola Martínez Martínez, aseguró el día que rindió protesta del cargo que su partido será una oposición firme que defienda a las personas que más lo necesitan y para ello habrá, dijo, “puertas abiertas para todos los panistas”.

Ante la realidad que vive Acción Nacional en la entidad, pero particularmente en Guadalajara, parecería cosa irrelevante quién llegue a presidir el comité municipal y quizás la atención que le dieron los medios de comunicación a la llegada de una nueva dirigente deja en claro que, por ahora, no genera interés al exterior del PAN.

Sin embargo, no hay que desestimar que quien llega a la presidencia del panismo tapatío lo hace, en principio, como una graciosa concesión del grupo que controla desde hace varios años al blanquiazul en Jalisco y que es conocido como el Grupo del Estatal, y que en los acuerdos y negociaciones que saben hacer le entregan la dirigencia municipal nada menos que al grupo del ex senador José María Martínez, de quien se dice que si bien no deja de suspirar por su ex partido, aún tiene amplias posibilidades de ganar espacios o una buena posición gracias a su alianza con Morena y el lopezobradorismo, aunque después de las elecciones del año pasado prácticamente ha estado ausente de la vitrina pública morenista.

Me llama la atención el muy débil grito de guerra (política, por supuesto) que lanzó Faviola Martínez contra sus adversarios políticos cuando asumió la dirigencia la semana pasada, pues de acuerdo con el comunicado de prensa que envió su equipo, como presunta oposición que busca ser dirigió sus baterías más en contra del lopezobradorismo que del alfarismo que gobierna Guadalajara y Jalisco y que son sus primeros contrincantes políticos naturales. Al gobierno de la refundación, el de Enrique Alfaro, apenas si le dio un rozón cuando dijo que aquellos que hoy encabezan “la transformación y la presunta refundación no son invencibles”, pero nada más.

En el comunicado no hacen referencia a crítica alguna de Martínez Martínez al gobierno municipal emecista que encabeza Ismael del Toro, como si no fuera el adversario político natural a vencer en primera instancia. Pareciera que para Faviola Martínez nada hay qué decirle al gobierno municipal como adversario político. ¿Algún acuerdo previo para no tocarlo?

Y quizás no debe extrañarnos cuando en su momento trascendió en los corrillos panistas y naranjas que, si bien el ex senador Chema Martínez había renunciado al PAN para sumarse de lleno a la campaña de Andrés Manuel López Obrador, quien, junto con otro ex panista, Germán Martínez, y tres hombres más, les dio la encomienda de ser responsables del proceso electoral en el país, aquí en Jalisco habría tenido un acercamiento con el alfarismo con el que tiene buenas ligas.

Por eso se abren las interrogantes sobre qué tipo de oposición promete ser el PAN desde Guadalajara, cuando a nivel estatal ha dejado mucho qué desear para un buen sector de su militancia que observa al comité que encabeza Pilar Pérez Chavira muy entregada al alfarismo, tanto como partido, como fracción parlamentaria en el Congreso del Estado, y no se digan las fracciones edilicias en los ayuntamientos metropolitanos donde su voz como oposición es nula. Los cuestionan de estar al servicio totalmente de los alcaldes emecistas. Y la verdad no les falta razón.

Las expectativas que genera la llegada de Faviola Martínez al PAN en Guadalajara no son del todo positivas, pues su arribo se interpreta más como parte de una concesión política para seguir administrando la derrota que como parte de un trabajo para ser una verdadera oposición frente al gobierno. Y si no, al tiempo.

ES TODO, nos leeremos ENTRE SEMANA.

JJ/I