Denuncian robos en espacio Casa Fluya

La delincuencia en el Centro Histórico de la ciudad no para. Además del robo a negocios y asaltos a transeúntes, los centros culturales, a pesar de ser espacios abiertos a todo el público y que ofrecen actividades de todo tipo, no han salido ilesos. 

El pasado 16 de junio, domingo, a las 7 de la mañana, dos personas, un hombre descrito como muy alto y una mujer rompieron los ventanales de Casa Fluya, un centro cultural sobre todo dedicado a los libros ubicado en la calle Donato Guerra, a escasas tres cuadras de la Catedral. Algunos vecinos llamaron a la policía y avisaron a los encargados. En la esquina de la calle había un accidente automovilístico con oficiales de tránsito y patrullas, pero nadie reportó lo visto y no se detuvo a los ladrones. 

Antonio Mendoza Tabares, director del espacio, contó en entrevista que este robo les afectó especialmente después de las pérdidas que sumaron a otro robo que tuvo lugar en febrero de este mismo año. En total las pérdidas y los daños al espacio en varias de sus puertas asciende a los 200 mil pesos. Ahora sus libreros obstruyen la luz que deja los ventanales, para que no vuelvan a entrar, pero los daños ocasionados todavía están en mantenimiento. 

A pesar de que en febrero se abrió una carpeta de investigación, no se abrió ningún caso, en este último, los oficiales que atendieron la denuncia les dijeron que cada vez hay menos policías en la comisaría de Guadalajara y que, de todos modos, si lograban alguna detención, “luego, al rato, los dejarían libres”.

A los alrededores no hay cámaras de seguridad, aunque se cuenta con la infraestructura pública para ello. Mendoza exhorta a las autoridades que no han respondido al reclamo de los vecinos respecto a la necesidad de mayor patrullaje nocturno. Ya negocios, librerías y transeúntes han reportado en muchas ocasiones durante este año esa falta de vigilancia en la zona, pero todo sigue igual. 

Esta vez en Fluya se robaron equipo de sonido, de video y computadoras, así como una consola de audio de alrededor de 30 kilos que los vecinos escucharon caer al suelo desde el segundo piso durante el atraco: sólo podrían venderla por kilo. No se robaron ningún libro. 

Optimista. Pese a la adversidad, Antonio Mendoza Tabares no ceja en su labor de mantener las actividades de cultura y recreación.

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“Estamos buscando también reforzar la seguridad, electrificar y poner cámaras, pero no contamos con tantos recursos económicos para efectuarlos pronto”, detalló Mendoza. 

Actualmente Fluya alberga en su interior una gran cantidad de actividades culturales, talleres de música, literatura y yoga, además de una cafetería y librería de ejemplares usados y primeras ediciones, así como exposiciones de pintura. Hay una afluencia de alrededor de 200 personas al mes desde 2017, el año de su apertura. 

La casa es parte del patrimonio arquitectónico de la ciudad y data de mediados del siglo 18 aproximadamente, en su momento fue propiedad de la familia González Camarena y, mucho tiempo después, fue la sede del centro cultural La Escalera. El trabajo de conservación que hacen en Fluya busca resistirse a la demanda económica que haría de este espacio un antro como los que abundan en esta zona de la ciudad. 

“Estamos expuestos porque cualquiera puede entrar y observar y conocer la casa a profundidad, por eso exhortamos a las autoridades, esto no está nada bien”, dijo Antonio.

FESTIVAL

En un llamado a la solidaridad de la comunidad cultural, los coordinadores del espacio están por organizar un festival cultural para recaudar fondos y reponer las pérdidas o parte de ellas para seguir operando. Se realizará el 2 y 3 de agosto con un concierto y un bazar. 

También se está abriendo el espacio para recibir donaciones externas a quienes quieran apoyar el proyecto, y éste se anunciará en sus redes sociales como Casa Fluya.

ASISTE 

Casa Fluya se encuentra ubicada en Donato Guerra 6, entre Morelos y Pedro Moreno, al Centro de la ciudad 

JJ/I