C�mo se pudren diputados

2019-07-11 23:10:39

El más claro ejemplo de la descomposición política que actualmente vive el país lo acaban de protagonizar los 25 diputados –nueve mujeres y 16 varones– del Congreso de Baja California al aprobar la reforma constitucional que amplía de dos a cinco años el período del gobernador electo Jaime Bonilla Valdez, a más de un año de que ganó la elección como candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, que integraron los partidos del Trabajo, Encuentro Social y Morena, y a tres meses de que asuma el cargo.

Los 12 diputados del PAN, los cinco del PRI, los tres de Morena, uno del PT, otro del PRD, uno de Movimiento Ciudadano, uno del partido Baja California y otro de Transformemos –estos dos últimos, locales– no tuvieron vergüenza alguna en violentar las constituciones estatal y federal con su decisión de aumentar el período de gobierno para el que fue electo Bonilla Valdez y que secundaron tres de los cinco municipios que conforman aquella entidad que por más de 30 años estuvo gobernada por Acción Nacional.

Argumentos para tratar de explicar o de entender esta aberración de los legisladores bajacalifornianos hay muchos, pero sobresalen dos: 1. Que habrían recibido un millón de dólares a cambio de reformar la Constitución para saciar el hambre de poder de Jaime Bonilla; y 2. Que no fue otra cosa que utilizar a esta entidad como laboratorio para un experimento del lopezobradorismo de sondear el ánimo del país para una posible reelección después de 2024.

¿Cuál argumento creer? ¿El primero, el segundo, ambos? Y es que hoy en la época de la denominada cuarta transformación todo es posible, y luego de sorprendernos, debemos de entender que, lamentablemente, ahora así es la política: los intereses económicos por delante, las ambiciones de poder antes que nada, mandar al diablo a las instituciones, ignorar la Constitución –federal y/o estatal–, creernos dueños del país, del estado o del municipio que se gobierna…

Lo hecho por esos 25 legisladores, avalado por los ayuntamientos de Playas de Rosarito, Ensenada y Tecate, es también la más vergonzosa exhibición de una cínica corrupción que ha indignado a los mexicanos, pero que la dirigente nacional de Morena, Yeidkol Polevnsky, pretende matizar o justificar bajo el argumento de que la ampliación retroactiva del período gubernamental de Bonilla fue porque los bajacalifornianos así lo pidieron.

La iniciativa de ampliar de dos a cinco años la gestión de Jaime Bonilla fue obra del diputado de Morena Víctor Manuel Morán Hernández, quien por supuesto no actuó por iniciativa propia –simplemente fue el instrumento de sus superiores– ni sus argumentos fueron los que convencieron a sus compañeros diputados de todos los partidos ahí representados para incurrir en una flagrante violación constitucional. ¿Qué fue lo que corrompió, entonces, a los diputados? ¿Cómo es que tres legisladores de la bancada de Morena pusieron de rodillas a 22 diputados de los demás partidos? Eso se puede hacer cuando no conoce la vergüenza.

Sí, estos legisladores sesionaron prácticamente en la madrugada, de manera secreta, agazapados en su complicidad como lo hacen los delincuentes, pero vale preguntarnos: ¿y dónde carambas estaban los dirigentes estatales del PAN y del PRI, por mencionar a los partidos que tienen más diputados en esa 22ª Legislatura que cínicamente utilizan como eslogan la frase “El poder ciudadano”? ¿Ese es el control que tienen sobre sus legisladores?

Claro, sin duda que la ganancia que obtuvo cada diputado para violar la Constitución se impuso no sólo a la lealtad a su partido y dirigencia, sino a su honestidad y respeto a la ley.

La tranquilidad la da saber que por inconstitucional esta aberrante reforma será echada abajo por la Suprema Corte. Al tiempo.

ES TODO, nos leeremos ENTRE SEMANA.

JJ/I

 
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