Llaman a no matar hormigas chicatanas; son inofensivas y solo buscan reproducirse

No son plaga de los árboles urbanos ni una amenaza para los humanos, solo buscan aparearse y encontrar un sitio adecuado para depositar sus huevos y formar una nueva colonia.

Son las chicatanas, hormigas de la especie Atta mexicana inconfundibles por su color tinto, largas alas membranosas y abultado tórax y abdomen que en estos días se aprecian por decenas en algunas calles del Área Metropolitana de Guadalajara, ya con la temporada de lluvias debidamente establecida.

A decir de Pablo Martínez, especialista en insectos del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, las poblaciones de estas hormigas en la ciudad han bajado considerablemente en las últimas décadas porque la expansión urbana dificulta su reproducción, que tiene ciertos requerimientos de suelo y fuente de alimento.

Una vez que emprenden vuelo y se aparean, las chicatanas necesitan enterrarse, crear túneles suficientemente amplios para depositar los huevos y guardar el alimento de la nueva colonia, pero en una ciudad donde las áreas verdes van en declive esta tarea cada vez se vuelve más compleja para las hormigas.

“Los que salen ahorita en tiempo de lluvias son los ejemplares reproductores, las más grandes son las hembras, las reinas, y los más chicos son machos. En esta época de lluvias coincide su época reproductiva y salen de las colonias, se ven enjambres a veces volando que es a lo que le llaman el vuelo nupcial; se aparean, los machos a las pocas horas empiezan a morir y las reinas después las vemos sin alas, ellas mismas se las quitan y andan caminando para buscar dónde iniciar la colonia, ya están fecundadas”, explicó en entrevista.

“Han bajado muchísimo sus poblaciones por el cambio de uso de suelo. Es difícil que se establezcan nuevas colonias porque el primer paso es que se entierren, formen una cámara, ponen los primeros huevos y una vez que nacen con hormigas pequeñas van a salir a buscar alimento, si lo consiguen se va a establecer la colonia. El problema es que la mayoría en el primer año desaparecen porque no tienen una fuente constante de alimento”.

Otra particularidad de las hormigas del género Atta, que en México tiene tres especies, es que dentro de su nido debidamente organizado y consolidado depositan trozos de hojas de árboles pero no se alimentan de ellos, sino que los mezclan con una sustancia que tienen en sus mandíbulas para que fructifique un tipo de hongo que sí van a consumir, y que además será el platillo principal de algunas larvas que serán reinas y eventualmente saldrán, otra vez en tiempo de lluvias, en busca de formar una nueva colonia.

“La reina mientras está siendo criada come solo hongos y esa dieta junto con la carga genética es lo que hace que (algunas larvas) se hagan reinas, que vivan más, sean más grandes y se puedan reproducir”, mientras que las obreras sí consumen hongos pero también hojas y son de menor tamaño, además nunca desarrollan alas, explicó el entomólogo.

Debido a su abundancia en estas épocas y el gran tamaño de los ejemplares, alrededor de tres centímetros, las chicatanas también son fuente de alimento humano desde tiempos ancestrales, sin embargo, en el Área Metropolitana de Guadalajara se ha perdido esa costumbre que sí se mantiene en estados de tradición entomófaga como Puebla, Oaxaca y Chiapas, y ciudades de países centro y sudamericanos como Colombia.

“Aquí perdimos mucho nuestras raíces indígenas, tan es así que la gente no vemos esa conexión con las zonas arqueológicas de Jalisco, en cambio en Puebla, Chiapas la gente sí ve esa conexión con su pasado prehispánico, y es donde se ha mantenido ese consumo de insectos. Incluso aquí hay gente que piensa que comer insectos es para pobres, cómo se van a rebajar, pero son muy nutritivos en comparación que la carne de cerdo y vaca, hemos perdido mucho esa cultura”, lamentó. 

Para contribuir a la conservación de estas especies, Martínez recomienda procurar en las áreas verdes y jardines algunas de las consideradas “malas hierbas” para que las hormigas también se alimenten de ellas y no solo de las especies ornamentales de interés de los humanos, pues al ser defoliadas optan por exterminar a las colonias de estos insectos, aunque son inofensivos y sus poblaciones vulnerables.

Datos

Nombres comunes: Chicatana, hormiga arriera, hormiga culona (sudamérica).

Especie: Este insecto es nativo de México, del género Atta, Atta mexicana, A. texana, A. cephalotes.

Alimentación: Cortan trozos de hojas de árboles y los depositan en sus nidos, y con su saliva forman una masa que facilitará que una especie de hongo fuctifique y sea la fuente de alimento de las larvas que serán reinas, mientras las obreras comerán menos hongos y más hojas.

Usos culinarios: En estados como Puebla, Chiapas y Oaxaca estas hormigas son consideradas un manjar y se colectan para fines culinarios. En Jalisco no se procura la entomofagia salvo casos excepcionales.

JL