Fiasco UFC

2019-09-24 23:42:46

Pues resulta que el tan esperado evento de UFC en México terminó siendo una serie de eventos desafortunados que lejos de reflejar que el cierre del evento fue malo, mostró la poca tolerancia a la frustración del público que se citó en la Arena México.

De los mexicanos, Polo Reyes cayó noqueado, lo mismo que Martín Bravo. Perder por nocaut calló al menos el favoritismo o los abucheos que habría causado el triunfo de los extranjeros por decisión. El empate de Brandon Moreno con una pelea competitiva mantuvo el ánimo expectante sobre lo que sucedería en el cierre de las peleas estelares.

Teco Quiñonez se llevó un triunfo convincente que alegró a las gradas. Irene Aldana hizo lo propio con un combate muy de choque con Vanessa Melo. Aunque la brasileña le metió mucho poder, los puños de Aldana fueron más contundentes. Muchos mencionaron que la altura afectó a los visitantes, ya que todos mostraron signos de cansancio en tanto avanzaban sus respectivos combates.

La molestia del público se hizo presente cuando fue anunciada la derrota de Alexa Grasso ante Carla Esparza. La mexicana sólo cometió un sólo error: dejar vivir a Esparza cuando tuvo la oportunidad de noquearla. Sí, los criterios para calificar un combate de MMA son más confusos que en boxeo, pero el dominio de la mexicana fue evidente (a ojos de la autora), pues a pesar de estar bajo las llaves de Esparza, logró revertirlas e incluso ser ella quien las aplicaba.

Cuando le levantaron la mano a Esparza, el público abucheó a la ganadora.

La hecatombe se desató en el combate principal, entre Yair Rodríguez y Jeremy Stephens. Yair sólo tiró dos patadas y un manotazo que impactó la mejilla derecha de Stephens. El visitante se quejó de un piquete de ojos inexistente. Se gastó los 5 minutos que se otorgan por reglamento, pero no salió más.

Se quejó de que le dolía el ojo izquierdo (lado en el que Rodríguez no hizo contacto) y cuando el réferi alzó las manos en señal de no contest, volaron los vasos de cerveza hacia el octágono. Stephens fue custodiado por seguridad. Yair se subió a la malla para pedir al público que se calmara, pero estaba tan molesto que no quería dar entrevista siquiera, aunque se bancó y se quedó a contestar las preguntas del presentador del cartel.

Obviamente, cualquiera que pagara, por lo bajo, los 10 mil pesos que costaban los boletos del evento, se habría molestado, casi tanto como Yair, que se quedó sin pelea por un error. Pero de eso, a comportarse como si no tuvieran educación… porque en efecto, el fiasco no es que Jeremy Stephens, por lo que fuera, abandonara el combate, si no la reacción corriente que tuvo el público al poner en riesgo a los peleadores e incluso al público de asientos de ring side, cuerpos técnicos, camarógrafos y staff en general.

Ese fue el verdadero fiasco, no comportarse a la altura de la circunstancia.

@AleczTrujillo

JJ/I

 
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