Greta 'vs.' iPhone 11

2019-09-26 21:56:29

Esta semana ocurrieron dos presentaciones, el lanzamiento del iPhone 11 y la intervención de Greta Thunberg en la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Mientras la primera genera emoción, expectativa y limita su sentido crítico a una comparativa técnica de los componentes que convierten a este aparato en un instrumento vanguardista. El segundo evento ocasionó opiniones divididas. Los aplausos y la fascinación se vieron contrastadas con opiniones que descalifican la intervención de la joven de 16 años.

En el correlato resaltan críticas por su ingenuidad, sus privilegios como niña occidental criada en el primer mundo y aún más sorprendente por padecer Asperger. Ninguna de las anteriores me parecen argumentos válidos para minimizar a la voz autorizada de las juventudes en temas de cambio climático.

 Las consignas no son más que el berrinche de un adultocentrismo de ego frágil y que carece de sentido crítico. Estamos en una época que obliga a un cambio de prioridades, esto empieza por desembocar nuestras críticas en espacios que de verdad valgan la pena. 

Por ello traer a la escena el iPhone 11 no es casualidad. Me causa conflicto que se le critique tan ácidamente a una joven que busca posicionar la urgencia climática en la agenda internacional y que se le dé carácter divino a un producto cuya obsolescencia es programada.

Detrás de ese sistema de dos cámaras (ultra angular y gran angular) y una batería que presume una duración de hasta 17 horas se esconde un proceso de producción que deteriora el medio ambiente y la dignidad de quienes lo realizan.

Según un reporte de Amnistía Internacional los minerales necesarios para la producción del iPhone son extraídos de las minas de la República Democrática del Congo, labor que utiliza a más de 40 mil niñas y niños que son retribuidos con un sueldo de oscila entre 1 ó 2 dólares por día. Aunado a lo anterior existen los casos de explotación en el ensamblaje para trabajadores Chinos.

La razón por lo que sucede lo anterior es por qué la explotación es la única manera de convertir un iPhone es un producto “accesible” a los bolsillos de una clase privilegiada. Me explico, si un iPhone fuera realizado 100 por ciento en Estados Unidos la carga salarial obligaría a que el costo ascendiera a 30 mil dólares, 29 mil más que el precio de mercado actual.

¿A qué voy con todo esto? A qué coloquemos nuestras preguntas, por ende nuestras críticas, en lugares relevantes. Es impensable deslegitimar a una joven de 16 años por ingenua (característica natural de una niña) y no leer una sola crítica de un producto que tiene un esquema de producción insostenible. Aspirar a una conciencia global requiere de un ordenamiento de prioridades y esto pone a la urgencia climática en el tope de mi lista.

Twitter: @jeyayo

JJ/I

 
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