Solalinde, dispuesto�a hablar con el CJNG �

2019-11-11 00:17:05

(RECONOCIMIENTO. El padre llama al gobierno federal a aceptar la situaci�n �grave� del pa�s. �Foto:Jorge Alberto Mendoza)

La explicación de los crímenes y transgresiones a los derechos humanos en México es una para el padre Alejandro Solalinde: el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), por lo que él está dispuesto a dialogar con ellos. 

“Si ellos algún día me invitaran a dialogar, a platicar, por supuesto que yo lo haría. Yo no tendría miedo de hablar con ellos porque, finalmente, su dinero no me interesa. El dinero no me interesa. Me interesan ellos como personas porque también ellos son nuestras ovejitas. Ellos también son hijos de Dios. Ellos también son mexicanos, son personas que están más expuestas y en mayor desgracia. Ellos son más poderosos y tienen más dinero, pero son los que están perdiendo más. Lo más valioso es la vida”, asevera el padre, entrevistado por NTR en El Colegio de Jalisco como parte de la Cátedra de derechos humanos Francisco Tenamaxtli 

El padre añade que es momento de hacer un replanteamiento con el cártel, “porque son humanos, son mexicanos y que no se hagan, también son católicos. Todos son católicos. Y entonces llega un momento que también ellos tienen que poner un granito de arena para la pacificación del estado de Jalisco y también de México”.  

Solalinde considera que la realidad debe aceptarse tal como es: “No es ninguna vergüenza para el gobierno decir: ‘la situación es grave, ésta es la situación verdadera que tenemos’”. 

Por ello, cree que existe un problema cuando sólo el gobierno quiere responsabilizarse de la inseguridad del país: “El gobierno tiene que tomar en cuenta a la sociedad civil, se han acostumbrado a hacer todo sin la sociedad civil y eso no puede ser. La sociedad civil es un factor importantísimo de gobernabilidad, pero también para lograr cosas importantes como la seguridad”. 

CRIMEN Y MALDAD VS. MIGRANTES, LIGADOS 

Para Solalinde es seguro que hay una conexión entre la vulnerabilidad de las personas migrantes y el fenómeno de desapariciones cometidas por grupos como el CJNG, por lo que, agrega, es completamente posible que muchos de los cadáveres anónimos preservados con fines forenses en Jalisco y el país, incluso muchos de los que peregrinaron en tráileres de la muerte durante 2018, sean de extranjeros centroamericanos que venían de paso. Por ello, lamenta que no se les tome en cuenta.  

“Los migrantes no cuentan cuando hablamos de toda la información. No cuentan, no existen los migrantes, no existen, ni han existido tratándose de desapariciones. No sabemos nada. Va a pasar como algo terrible, un capítulo que jamás, yo digo, se va a saber a ciencia cierta cuántos y cuáles fueron y en dónde y con quién”.  

El padre recordó una anécdota del gobierno de Chiapas, el cual le entregó un día un informe sobre secuestros, documento del que pidió saber cuántos eran de personas migrantes, a lo que le respondieron que ninguno 

“(Entonces contesté): ’Esto no sirve para mí. Ahora dígame porqué de migrantes no’. Y me dicen,  ‘pues ¿quién va a tomar nota, quién va a registrarlos? Nadie sabe de ellos’. Cada seis meses secuestraban a más de 10 mil o cerca de 10 mil migrantes y eso no se supo, por eso digo que es algo tan terrible que va a quedar así”. 

El padre relató también la historia de cómo el gobierno lo invitó a Chahuites, Oaxaca, tras el secuestro de 50 migrantes ocurrido el 16 de diciembre de 2010, acto que califica como una simulación. La Procuraduría del Estado, el Ejército e incluso otras instancias fingieron investigar lo que todo el pueblo conocía: que Los Zetas se los habían llevado, pero dijeron que no había ocurrido el secuestro múltiple, por lo que enfrentó a un alto funcionario. 

“¿Cómo me dice que no hubo secuestro y qué le están informando a usted que no hubo secuestro? Lo están engañando a usted, porque usted tiene en sus oficinas a 21 migrantes testigos, sobrevivientes de ese secuestro”. 

Solalinde propuso a los habitantes del pueblo comunicación en privado para conocer sus testimonios acerca de lo ocurrido, así evitarían el peligro de exponerse en público. Con los dichos de la gente reconstruyó lo ocurrido: la noche del 16 el pueblo vivió un apagón casual. Aun sin la luz eléctrica, los habitantes de Chahuites pudieron ver en la penumbra cómo pasaban las Suburban de Los Zetas hasta La Bestia, tren en el que se transportaban los migrantes, y pudieron escuchar cómo se los llevaban. Además, la gente le indicó dónde estaba el cuartel de los narcotraficantes, de manera que facilitó esa información para las investigaciones.  

Ahora, nueve años después, Solalinde cree que Jalisco ha heredado ese tipo de violencia. 

Sin embargo, confía en que las instituciones pueden transformarse en algo mejor, empezando por la Fiscalía General de la República (FGR) y pese a que haya heredado todos los vicios de la extinta PGR. Considera que de parte de Alejandro Gertz Manero hay voluntad política para cambiarla, pero tendrá que empezar por limpiarla.  

Finalmente, sugiere que el gobierno debe comenzar por respetar la Constitución, pero también colaborar con las organizaciones de la sociedad civil. 

FRASE: 

“Si ellos algún día me invitaran a dialogar, a platicar, por supuesto que yo lo haría. Yo no tendría miedo de hablar con ellos porque, finalmente, su dinero no me interesa”:Alejandro Solalinde, Sacerdote y activista  

Deben ir juntos 

Para luchar contra la inseguridad del país, Solalinde aconseja que el gobierno tome en cuenta a la sociedad civil, pues es un “factor importantísimo de gobernabilidad” 

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