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(Foto: Especial)
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La muerte del ex gobernador de Jalisco, Guillermo Cosío Vidaurri, causó tristeza y dolor entre los priístas.
El dirigente estatal del tricolor, Ramiro Hernández García, lamentó este deceso porque siempre fue un personaje cercano al partido que siempre estuvo en las buenas y en las malas y les entristece su deceso.
“El licenciado Cosío es un ejemplo de lealtad, de militancia y de congruencia. Nos entristece desde luego su deceso”, acotó.
Hernández García expuso que hace mes y medio habían programado la entrega de una presea Guillermo Cosío Vidaurri a la lealtad para la militancia y un homenaje en vida, y lo harán después.
“Fue sin duda un personaje muy significativo, sobre todo por su liderazgo, por su siempre disposición de diálogo, de comunicación, de solidaridad que tiene para con los demás.
“Es indudable que el licenciado Cosío fue una figura que deja una huella muy importante en el estado de Jalisco”, afirmó.
El dirigente estatal informó que tuvo una serie de complicaciones. Empezó con dengue, luego le dio bronquitis y neumonía hasta que su cuerpo no aguantó.
El 31 de octubre ingresó al hospital, y apenas el 4 de septiembre cumplió 90 años.
La entrega de la presea se está reglamentando cuándo y a quién entregarla, pero será a quienes destaquen por su lealtad y su compromiso.
El homenaje en vida se había programado para el 20 de noviembre, pero lo quisieron pasar hasta el 4 de marzo en la fundación del partido, y ya no alcanzaron.
Hasta el momento no tienen definido alguna actividad hasta que la familia les comente sus intenciones, y si podrían haber un recorrido en oficinas que le tengan significado.
Cosío Vidaurri fue presidente municipal de Guadalajara de 1971 a 1973, diputado federal a la L Legislatura en representación del I Distrito Electoral Federal de Jalisco de 1976 a 1979 y en 1981 fue secretario general del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, siendo presidente Javier García Paniagua.
También fue director del Metro de la Ciudad de México y de 1982 a 1988 fue secretario general de gobierno del Distrito Federal cuando el regente era Ramón Aguirre Velázquez.
Hasta 1988 regresó a Jalisco, al ser postulado candidato del PRI a gobernador de Jalisco y pese a que ganó e inició su gobierno el 1 de marzo de 1989, lo dejó por las explosiones de Guadalajara de 1992 el 22 de abril.
Por último fue embajador en Guatemala.
EH
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