Todos se cuelgan la medalla�del TMEC�

2019-12-10 23:26:20

Ayer se firmó la última y aparentemente definitiva versión del nuevo tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (ahora llamado TMEC). 

Un acuerdo comercial es una medalla política rara de obtener en estos tiempos… y por eso todos se la quieren colgar al cuello. 

Es por eso por lo que, aunque el tratado es una gran noticia para dar certidumbre económica en los tres países, no deja de ser agridulce que se haya usado de forma tan evidente como jugada política por todos los actores involucrados. 

Exploremos rápidamente de dónde parte cada uno de ellos. 

El presidente Trump está en su peor momento desde que asumió el liderazgo de Estados Unidos. Está por enfrentar un juicio político ya inevitable por chantajear a Ucrania condicionando apoyo militar a cambio de ayuda para desprestigiar a Biden, uno de sus más fuertes rivales políticos en las elecciones del próximo año.  

Trump ha intentado desesperadamente jugar distintas cartas políticas en los últimos meses que resuenen bien con sus votantes y México ha sido su vehículo favorito… desde la amenaza con cerrar completamente la frontera en marzo, hasta el anuncio de la posible clasificación de carteles del narcotráfico como terroristas. Colgarse la medalla del TMEC le ayuda a apelar a sus votantes presumiendo que gracias a él se negoció un tratado más favorable a Estados Unidos y además le permite mostrar algo de unidad partidista en medio de una acentuada polarización. 

Por otro lado, los demócratas, que tienen como cabeza más visible a Nancy Pelosi, líder de la Cámara baja del Congreso, a pesar de haber conseguido sentar a Trump en el banquillo del impeachment, se enfrentan a la posibilidad de que el presidente supere el obstáculo con el apoyo de los republicanos que dominan el Senado y se enfrente fortalecido a un candidato demócrata que no sea suficientemente consistente en las elecciones. Pelosi ha tratado de enfatizar que la negociación del TMEC se debe en gran medida al trabajo que han hecho los legisladores demócratas para proteger a los trabajadores estadounidenses… y con eso sumar algunos puntos a su partido. 

Canadá también se beneficia de la medalla, porque Trudeau viene saliendo de una mala racha de escándalos que casi le cuestan la reelección en octubre. Para aquel país también hay puntos a ganar por haber negociado un tratado más favorable para sus trabajadores. 

Finalmente está nuestro país en donde se suman puntos tanto el presidente AMLO como el canciller Ebrard. El primero para corregir una marcada tendencia a la baja en popularidad por los recientes desaciertos en seguridad y el segundo para mantener la buena racha de liderazgo mostrado en la gestión de los altibajos de la relación bilateral con Estados Unidos. De alguna manera también consiguen hacer suyo un éxito que correspondía al gobierno anterior, porque la negociación original la había liderado el anterior secretario de Economía, Ildefonso Guajardo. 

Más allá de que todos se cuelguen la medalla de que por fin tenemos un nuevo tratado de libre comercio, habrá que seguir de cerca la implementación de la reforma laboral en México que es el precio que tuvo que pagar nuestro país para poder seguir siendo socio comercial de dos países más ricos… y que tendrá implicaciones en la dinámica de los sindicatos y en el nivel salarial de los trabajadores, particularmente en los sectores exportadores. 

Aunque en principio acercar las condiciones laborales de los trabajadores mexicanos a las de aquellos en Estados Unidos y Canadá suena como algo justo y deseable, hay varias voces críticas como la de Coparmex que rechazan que la reforma se haya hecho a la prisa, por presión extranjera y sin escuchar el punto de vista de los empresarios, particularmente los que tienen pymes que ahora tendrán que asumir nuevas cargas laborales para las que no están preparados. 

Twitter: @ortegarance

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