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Un encierro que exigió poder. Barralva cumplió a cabalidad en presencia y trapío. Una sexta que acusó crianza, pero que vino a menos en materia de bravura. Algunos cayéndose, otros sin ese fondo de bravura necesario para el triunfo. 

Los toreros muy por encima de las condiciones del encierro. Los toros exigieron poder, técnica y oficio, tópicos que fueron el común de la segunda corrida de la Feria de Aniversario del coso de la Monumental. 

Juan Pablo Sánchez pechó con el peor lote de la tarde. Sin emotividad, sin fondo de casta, pero dejándose torear, para que el de Aguascalientes fincara tandas de temple y calidad que fuerte se le jalearon. Se perdió con la espada, lo que le impidió cosechar el triunfo. 

Y vimos a un Gerardo Rivera que puso el pundonor por delante. Dos toros que exigieron el carnet, pero Rivera aprovechó sus condiciones para superar adversidades. A pulso de tesón y valor, Gerardo supo entender a sus dos enemigos, logrando tandas de buena factura que le fueron jaleadas, oficio, pundonor y técnica, fue lo que el tlaxcalteca puso de manifiesto. 

Para Arturo Saldívar no fue una tarde de éxito. Sus dos ejemplares pidieron factura, exigiendo una muleta poderosa. El hidrocálido se vino a más, pese a que los toros no ofrecieron ese trasfondo que permitiera el triunfo. Se fue en blanco, pero con el reconocimiento del escaso público. 

Por su parte, Juan Pablo Sánchez poco pudo hacer. Toros que no colaboraron, pero a los que el también oriundo de Aguascalientes, les logró tandas sentidas por la diestra. Poder, ésa fue la palabra clave para lidiar con un encierro que, por demás, fue disparejo en juego. 

Así es como transcurrió esta segunda corrida. Toros que dejaron mucho qué desear, pero tres toreros que sacaron la casta para dejar en claro su lugar en esta Feria de Aniversario. 

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