El�9�no depende de ustedes

2020-02-27 06:00:00

Cualquiera que diga que no está enterado del #9M o vive en Marte o está mintiendo. El Nueve Nadie se Mueve es un movimiento que ha tomado fuerza esta última semana y llama a las mujeres a desaparecer por un día, para llamar la atención por la violencia que vivimos. Hay que ser muy omiso o muy desinteresado para no darse cuenta de que el paro del Día de la Mujer, el 9 de marzo de este año, viene con una fuerza que nunca antes habíamos visto en este país. 

En un primer análisis podríamos decir que la razón de esto son los últimos casos de feminicidios que hemos visto. La noticia de Ingrid, desollada por su pareja y utilizada como espectáculo por los medios. O la de Fátima, niña de 7 años abusada y asesinada. O las siete jóvenes desaparecidas en Jalisco. Y sí, puede que eso haya sido el motivador, por ser los casos más recientes. Pero en lo que fallan en entender el presidente, los políticos y las instituciones es que el hartazgo y la motivación por parar el 9 es de hace mucho tiempo atrás.  

Basta con ver las respuestas de Andrés Manuel López Obrador en sus conferencias matutinas para entender la indiferencia que le ocasiona este tema: “No me distraigan de la rifa”, dice cuando le preguntan de feminicidios. “Les pido con todo respeto que dejen de pintar nuestras paredes de Palacio Nacional”, contesta al día siguiente de que las feministas protestan por el feminicidio de Ingrid. Es más, no hay que irnos hasta la Ciudad de México. El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, le dedica su tiempo a escribirle al periodista Rubén Martín que es un irresponsable por escribir que se aplicó mal el protocolo de búsqueda de las jóvenes desaparecidas en Jalisco, aun cuando el periodista tiene las pruebas de que fue así. 

Entre los políticos a los que les damos igual, a los que supuestamente nos apoyan, nomás por quedar bien, y la sociedad que dice cómo sí y cómo no deberíamos protestar, el movimiento feminista persiste en su objetivo de hacer el paro del 9 de marzo. Y es que el movimiento no tiene que dar explicaciones. Claro, exigimos justicia por las que ya no están, y seguridad para las que seguimos aquí. Sí, consideramos que si una universidad se une al paro es un paso más, pero lo consideramos un acto vacío si siguen sin atender las violencias en sus aulas. No, tal vez no estamos todas de acuerdo en si los hombres tienen permitido marchar con nosotras o no, pero lo que pase dentro del movimiento no es de su incumbencia. 

Lo que debería de ser de la incumbencia de cualquiera que le ponga peros al paro es que en los últimos cinco años los feminicidios han aumentado 5 por ciento. Que en México mueren 10 mujeres al día. Que antes de hablar del movimiento, deberían revisar sus propias actitudes machistas. Sólo así puede ser que entiendan la urgencia con la que gritamos y exigimos una vida digna y segura. Tal vez así ningún periodista se atreva a decir que “ya se habló suficiente del tema”. Quizás, sólo quizás, se vuelvan aliados y solidarios con el movimiento.  

Mientras, nosotras saldremos a marchar, para luego desaparecer. Con suerte, que estemos hablando tanto del tema nos traerá nuevas aliadas en el camino, incluso si son de Marte. 

 

jl/I

 
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