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INVENCIBLES. Los l�deres del comercio ambulante en el Centro dicen que la autoridad no podr� con ellos porque son informales �natos� (Foto: Analy S. Nu�o)
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El comercio ambulante del Centro Histórico de Guadalajara es controlado prácticamente por dos familias que llevan la batuta de la asociación civil que cobra cuotas quincenales para organizar la actividad y decidir quién puede instalarse y en qué zona.
Santos y González son las dos familias que manejan a 199 comerciantes informales que se instalan diariamente en las calles Santa Mónica y Pedro Moreno, además de la zona del Jardín de San Francisco y en el puente de Dionisio Rodríguez. Todos son integrantes de estas dos familias.
Marco Antonio Santos Amador, presidente de la Unión de Comerciantes de la Zona Centro de Guadalajara, reconoció que su familia fue la iniciadora de este tipo de comercio en el primer cuadro de la ciudad hace 60 años, cuando su abuelo Braulio Santos llegó a la ciudad.
A partir de ese año, los hijos, nietos y bisnietos se han dispersado por todo el Centro tapatío para desarrollar esta actividad que está limitada a los miembros de la familia, pues Santos Amador ha reconocido que no permiten crecimiento del comercio si no son familiares, por tanto no permiten que se instalen personas de otros municipios o estados.
Refirió que incluso Carlos Santos Muñoz fue dirigente de los tianguis navideños por medio de la Conferedación de Trabajadores de México (CTM) y de los tianguis jugueteros de Navidad: “Desde ahí tenemos una trayectoria”.
De acuerdo con Santos Amador, en el Centro Histórico hay tres tipos de comerciantes informales: el que está por necesidad, el oportunista y el nato. Con este último, aseguró, las autoridades “no van a poder” porque sabe trabajar en el Centro.
No tienen permiso
Teresa González Murillo, actualmente líder de los comerciantes ambulantes instalados en los jardines de San Francisco y Aranzazú, también aceptó que el control de los comerciantes está en manos de su familia, compuesta por 19 hermanos y todos instalados en diferentes puntos del primer cuadro de la ciudad.
“He estado toda la vida, desde que soy niña vendo y no nada más en los dos templos, sino en todo el Centro de Guadalajara porque somos una familia de 19 hermanos y todos nos dedicamos al comercio, eso fue lo que nos enseñó nuestro padre, a vender hotdog, a vender agua fresca, a vender dulces”.
Estos comerciantes se instalan en los polígonos de las calles Santa Mónica a Galeana, entre las avenidas Hidalgo y Juárez, y en Morelos y Pedro Moreno, entre Colón y Ocampo.
En Santa Mónica se permite la instalación de 60 ambulantes, en Pedro Moreno 164 personas y en los jardines de San Francisco y Aranzazú son 66. Asegura que el resto de los comerciantes tiene el aval del área de Inspección y Vigilancia.
Acusan al ayuntamiento
Ambos líderes aseguran que el director de Inspección y Vigilancia, Evaristo Roldán González, junto con el jefe operativo de Espacios Abiertos, Javier Rubio, han permitido un incremento de más de 300 por ciento del número de ambulantes que obedecen a sus intereses.
En febrero, González Murillo denunció el supuesto cobro de 300 mil pesos por parte de Roldán González para permitir su instalación sin ser molestados por la autoridad. Asegura que en los últimos tres meses le han decomisado mercancía por un monto cercano a los 400 mil pesos sin que le sea regresada.
En el periodo de 1994 a 2006 los comerciantes informales pagaban 715 pesos al ayuntamiento por uso de suelo, además de agua y otros servicios, pero desde 2010, con la llegada del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a Guadalajara, dejaron de pagar por este concepto.
No obstante, aquellos que son parte de la agrupación pagan una cuota quincenal de 120 pesos para manutención.
“Mis tíos y todos los hijos de estas personas que llegaron a ejercer el comercio al primer cuadro de la ciudad son hermanos. Somos una organización de antaño, no somos nuevos, conocemos nuestro sistema y sabemos quiénes somos”
Marco Antonio Santos Amador, presidente de la Unión de Comerciantes de la Zona Centro
“No tenemos permiso porque somos comerciantes natos, tenemos más de 40 años aquí y no vamos a permitir que gente que no tiene que estar en el Centro se quede”
Teresa González Murillo, líder de ambulantes en San Francisco y Aranzazú
DN/I
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