Un nuevo prop�sito para M�xico

2020-07-14 06:00:00

Arrancamos la semana con el dato demoledor que publicó Citibanamex en el documento Examen de la situación económica de México: se estima que el PIB de nuestro país se contrajo 16.5 por ciento en el segundo trimestre de este año. El tamaño del golpe es tal que se calcula que nuestra economía no volverá a tener el tamaño que tuvo en diciembre de 2018 sino hasta 2025. 

¿Se acuerdan del Plan Nacional de Desarrollo? En su epílogo esbozaba la visión de lo que se quería conseguir en el país para 2024 con frases como: “La pobreza extrema habrá sido erradicada”, “ningún joven estará condenado al desempleo”, “los índices delictivos se habrán reducido en 50 por ciento”, y… “tendremos una tasa de crecimiento promedio sexenal de 4 por ciento”. 

Ya era un sueño guajiro entonces, pero hoy parece una visión de otro universo. Para cualquier gobierno el impacto económico del coronavirus es un reto histórico, de esos que se ven cada dos o tres generaciones. Para este gobierno, va a significar una profunda crisis de propósito. ¿Cómo se van a cumplir las promesas centrales de la 4T de generar empleo, erradicar pobreza, reducir la inseguridad y hacer crecer la economía cuando nos enfrentamos a una tremenda fuerza externa que empuja en sentido contrario? Es como tratar de remar contra corriente en aguas rápidas. 

México necesita un nuevo propósito. Este quizás no sea un sexenio para crecer, pero sí puede ser uno para construir mejores fundamentos para crecer más rápido después. Hay que proteger el barco de las aguas turbulentas y reforzarlo para remar más rápido cuando pase el temporal. 

Para encontrar este nuevo propósito cabe la pregunta, ¿en qué podemos invertir hoy para que México crezca con más rapidez y consistencia mañana? 

Antes de responder a esta pregunta, permítanme bombardearlos con algunos datos que se han ido manifestando en los últimos meses a raíz de la pandemia. 

Setenta y cinco por ciento de las organizaciones adoptaron trabajo remoto. Zoom pasó de tener 10 millones de usuarios a 300 millones en los primeros cuatro meses del año. Las ventas de videojuegos aumentaron en 17 por ciento respecto al año pasado. Seis de cada 10 Pyme tienen un canal de comercio electrónico, lo que representa un incremento de 95 por ciento respecto al año pasado. Walmart, Soriana, La Comer y Liverpool todas rompieron sus techos estimados para la proporción de ventas en línea sobre el total de ingresos. Plataformas para hacer el supermercado en línea como Jüsto y Cornershop triplicaron sus operaciones en semanas. Las acciones de Mercado Libre superaron el valor de mil dólares por primera vez en su historia. Rappi y Banorte firmaron una alianza para “hacer los servicios financieros tan cómodos como pedir a domicilio”. 

Este conjunto de señales revela una tendencia clara: el mundo cambió irreversiblemente a raíz de la pandemia y necesita herramientas digitales para poder funcionar en la nueva normalidad. 

Es en estas herramientas en las que México podría encontrar un nuevo motor de crecimiento. ¿Qué tal si todo el país se enfocara en el nuevo propósito de convertirnos en una potencia digital? 

Podríamos invertirle dinero en serio a capacitar a jóvenes en habilidades digitales y complementarlas con habilidades para emprender e innovar. Podríamos acelerar que se generen nuevas empresas enfocadas en servicios digitales y que las Pyme en sectores más tradicionales se modernicen con herramientas que les permitan vender en línea y ser más productivas. Podríamos convencer a empresas tecnológicas extranjeras que se instalen aquí y nos compartan su conocimiento. 

Podríamos además ponerle un toque mexicano a la tecnología. Los mexicanos somos creativos, ingeniosos, empáticos. Imagínense poner esas fortalezas a trabajar en conjunto con habilidades como el desarrollo de software, el pensamiento sistémico o la capacidad de diseñar modelos de negocio. 

Twitter: @ortegarance

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